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Las intensas labores de rescate no se detienen luego del terremoto que golpeó a Siria y Turquía, en especial porque de los escombros sigue emergiendo la vida.
Una madre y sus dos hijos fueron rescatados en la localidad de Jableh, en la costa de Siria, tras permanecer casi cinco días atrapados.
La agencia de noticias oficial siria SANA indicó que Nur, de 60 años, y sus hijos Ibrahim y Rauyia, de 22 y 24, “fueron rescatados debajo de los escombros”.
Estas tres personas fueron encontradas durante una operación de desescombro de un edificio por parte del Ejército sirio y la Media Luna Roja. Hasta el momento también han encontrado cinco cadáveres en el sitio.
Otras 13 personas que se encontraban en ese mismo bloque siguen desaparecidas.
La mitad de su vida enterrado
Los equipos de rescate turcos lograron liberar a un bebé de 10 días y a su madre de una montaña de escombros en la provincia de Hatay.
El pequeño Yagiz y su mamá estaban sepultados en el distrito Samandag, según informó en Twitter el alcalde Ekrem Imamoglu.
Yagiz, que ha pasado casi la mitad de su corta vida entre las ruinas, recibió asistencia médica de inmediato y fue trasladado a un hospital, mientras dos socorristas trataban de calentarlo con una manta térmica.
Los rescatistas también trasladaron a un hospital a su madre, aturdida y pálida pero consciente, según las imágenes de la agencia de emergencias AFAD.
El paso de las horas y las bajas temperaturas dificultan los trabajos de rescate, con los especialistas intentando apurar el tiempo porque las posibilidades de encontrar a supervivientes se desvanecen.
Otro que tuvo suerte fue un refugiado sirio de 31 años. Los bomberos lo rescataron de un edificio desplomado en la provincia de Kahramanmaras, 108 horas después de los terremotos. Sin embargo, siete de sus parientes murieron.
Catorce horas siguiendo una voz
Otra madre y su hijo fueron rescatados en Diyarbakir, Turquía, bajo los desechos de su casa. Fueron identificados como Sebahat Varli, de 32 años, y su niño Serhat, de 10.
Antes de sacarlos de los escombros, los rescatistas tuvieron que hacer unas primeras intervenciones médicas para luego enviar a los dos a un hospital cercano.
Unas horas antes, los equipos de rescate lograron sacar con vida a otras dos personas, una en la región de Kahramanmaras y otra en Hatay, en el extremo sur del país.
Los socorristas que se concentraban en una voz que salía de los escombros de una casa de tres plantas en Kahramanmaras sacaron a una mujer de 26 años, de nacionalidad siria.
Su extracción duro 14 horas, desde el momento en el que detectaron la voz.
Y en Hatay, una niña de siete años fue encontrada por los bomberos en un edificio colapsado.
Las mascotas también hacen parte del milagro, como el perrito Pamuk, un puddle que había quedado atrapado entre las varillas de una edificación colapsada en Iskenderun, Turquía. La operación de rescate le dio la vuelta al mundo.
Más de 120.000 efectivos de búsqueda y rescate trabajan actualmente sobre el terreno, según la agencia de gestión de desastres y emergencias AFAD.
El número de muertos en Turquía por los sismos ascendía ayer a 19.388, mientras que en Siria sumaban 3.384, para un total de 22.772. Una cifra, que tristemente, aumenta cada hora.