Los deportados, entre ellos dos embarazadas, fueron llevados hacia autobuses en los que están siendo trasladados a un centro de migrantes, a unos 370 kilómetros de San José, en la frontera con Panamá, para seguir el proceso de repatriación.
Omer Badilla, viceministro de Gobernación de Costa Rica, precisó que en el grupo llegaron 65 niños, todos con algún familiar, y que ninguno de los migrantes tiene antecedentes penales.
En el grupo hay ciudadanos de Afganistán, China, Rusia, Irán, Armenia, Georgia, Vietnam, Jordania, K azajistán y Ghana.
Costa Rica, al igual que Panamá, sirve de puente a las deportaciones masivas del gobierno de Donald Trump. Guatemala también ofreció su territorio pero aún no recibe vuelos de deportados no guatemaltecos.
Para saber más: El ‘amoroso’ mensaje de la Casa Blanca a los migrantes por San Valentín: “Los expulsaremos”
La semana pasada llegaron a Panamá 299 migrantes asiáticos, un centenar de los cuales fueron trasladados el martes al campamento de refugio de San Vicente, en Metetí, 230 km al este de la capital, en la selvática provincia del Darién.