El balance de muertos por los enfrentamientos entre Tailandia y Camboya subió este sábado a 33, mientras siguen los combates en la frontera entre estos dos reinos del sudeste asiático, pese a que las autoridades camboyanas llamaron a un “alto el fuego”.
Una disputa territorial que data de varias décadas derivó el jueves en intensos enfrentamientos con despliegue de aviones de combate, artillería, tanques e infantería, que generaron preocupación internacional y llevaron al Consejo de Seguridad de la ONU a convocar una reunión de emergencia el viernes.
El Ministerio de Defensa de Camboya informó este sábado que los enfrentamientos dejaron 13 muertos -ocho civiles y cinco soldados- y 71 heridos. En Tailandia, el ejército informó que cinco soldados murieron el viernes, elevando a 20 el balance de fallecidos en el país, de los cuales 14 son víctimas civiles.
“Siento como si estuviera escapando de una zona de guerra”, declaró a AFP Samlee Sornchai, de 76 años, en un refugio para evacuados en un templo de la localidad tailandesa de Kanthararom, tras abandonar su granja cerca de la conflictiva frontera.
Los dos bandos reportaron combates cerca de las 05H00 locales (22H00 GMT de viernes) y Camboya acusó a las fuerzas tailandesas de disparar “cinco proyectiles de artillería pesada” a la provincia de Pursat, fronteriza con Tailandia.
Periodistas de AFP en la localidad camboyana de Samraong, cerca de las colinas boscosas que marcan la frontera, escucharon el estruendo de la artillería. Los combates provocaron la evacuación de más de 138.000 personas de regiones fronterizas tailandesas y más de 35.000 del lado camboyano.
“Las relaciones solían ser buenas, éramos como hermanos”, afirmó Sai Boonrod, de 56 años, una de los cientos de tailandeses que se refugiaron en un templo de la localidad oriental de Kanthararom tras evacuar su aldea.
“Solo quiero que terminen los combates para que podamos volver a ser como hermanos”, dijo a AFP. Camboya pidió “un alto el fuego inmediato [e] incondicional” durante la reunión a puerta cerrada del Consejo de Seguridad de la ONU en Nueva York.
“También hacemos un llamado para una solución pacífica de la disputa”, declaró el embajador camboyano ante Naciones Unidas, Chhea Keo, tras el encuentro.
Riesgo de guerra en Tailandia y Camboya
El ministro de Relaciones Exteriores de Tailandia, Maris Sangiampongsa, declaró este sábado que para que haya conversaciones sobre un alto el fuego, Camboya deberá mostrar una “sinceridad genuina sobre su voluntad de terminar con el conflicto”.
“Insto a Camboya a cesar de violar la soberanía tailandesa y volver a la resolución del tema mediante el diálogo bilateral”, declaró el canciller a los periodistas.
Más temprano, un portavoz ministerial afirmó que Tailandia estaba abierta a dialogar con Camboya, posiblemente con la mediación de Malasia, que ocupa la presidencia temporal de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN), un bloque del que ambos países forman parte.
El primer ministro interino de Tailandia, Phumtham Wechayachai, advirtió el viernes que “si la situación se agrava podría derivar en una guerra”. Cada bando acusa al otro de haber disparado primero. Tailandia afirma que Camboya atacó infraestructuras civiles, incluyendo un hospital y una gasolinera alcanzada por un cohete.
Según Camboya, las fuerzas tailandesas usaron bombas de racimo. En la ONU, el representante de Camboya cuestionó la afirmación de Tailandia de que su país, más pequeño y menos desarrollado militarmente, iniciara los enfrentamientos.
Estos combates representan una dramática escalada en una vieja disputa entre estos dos vecinos que comparten 800 kilómetros de frontera y atraen cada año a millones de turistas extranjeros.
En la localidad camboyana de Samraong, a 20 km de la frontera, periodistas de la AFP vieron a familias enteras huir con niños, cargando sus pertenencias al inicio de los combates.
Decenas de kilómetros en esa frontera salpicada de antiguos templos continúan en disputa. Entre 2008 y 2011 se produjeron enfrentamientos que dejaron 28 muertos y decenas de miles de desplazados.
Una decisión en favor de Camboya de la Corte Internacional de Justicia de la ONU en 2013 zanjó esa crisis durante más de una década, pero la tensión emergió de nuevo en mayo con la muerte de un soldado camboyano en un tiroteo en la zona fronteriza disputada.
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