Hace cinco años la canciller alemana Angela Merkel tomó la decisión de dejar entrar a decenas de miles de migrantes a Alemania, lo que causó una crisis migratoria. Este viernes la canciller defendió esa decisión y dijo que volvería a tomar las mismas acciones esenciales.
Las declaraciones las dio durante su tradicional conferencia de prensa de inicio del año político, en donde también invocó el deber humanitario: “cuando la gente se halla en la frontera austro-alemana y austro-húngara, hay que tratarlos como seres humanos, tal es mi convicción”, agregó.
Puede leer: Estos son los países con más refugiados y desplazados del mundo
En el verano boreal de 2015, decenas de miles de migrantes sirios, afganos o iraquíes entraron a Alemania gracias a la decisión de la canciller. Estas personas huían de la guerra y las persecuciones y buscaban refugiarse en Europa a través de la ruta de los Balcanes.
“Lo conseguiremos” prometió entonces la canciller, para alentar a la población ante el desafío que suponía semejante flujo de migrantes, un millón de los cuales halló acogida en Alemania entre 2015 y 2016.
Puede leer: Las historias, el antídoto contra la xenofobia en Alemania
Esa decisión alimentaría no obstante el ascenso de la extrema derecha y provocaría crisis internas en el país, que debilitaron a Merkel. Ahora, con su gestión de la crisis sanitaria del nuevo coronavirus, se ha propulsado otra vez a un nivel récord de popularidad.
“Desde entonces, hemos hecho bien muchas cosas” agregó la canciller, y en ese plural incluyó a las muy numerosas personas que ayudaron a los migrantes.
La implementación de una política migratoria europea es una de las prioridades de la presidencia alemana de la UE, recordó Merkel, y dijo que aún hay mucho que hacer al respecto.