Quién no se acuerda de esos rompecabezas de madera, que tenían como premio ver con la última ficha al final de la armada, un divertido león.
Y nada más lejano que pensar, como lo harán algunos, que estos juegos que pueden parecer retro, de otra época, ya están extintos.
¿Qué tal poderlos jugar en un iPhone? Pues esa idea se le metió entre ceja y ceja a la diseñadora gráfica Catalina Díez y a su grupo de creativos y colaboradores de Do Re Mi Digital.
Para empezar había que entender cómo entrar al mundo, sin duda polifacético, pero al alcance, del App Store de Apple.
Así como hay fiebre de Apps (ya existen más de 100 mil en la tienda), hay proliferación de ideas; pero muchas de ellas se quedan en idealistas bosquejos.
Sabían que lo que tenían valía la pena y se dedicaron a estudiarlo con las herramientas de simulación que brinda el fabricante y con la vieja fórmula del tanteo y error. En su debut ellos se tomaron casi el doble del tiempo promedio, que es de 3 meses.
Aunque buscaron en Colombia programadores que pudieran desarrollar su idea, no los encontraron, relata Catalina, por lo que tuvieron que acudir a una guía online, llamada www.guru.com, donde se reúnen los freelancers o trabajadores independientes que proveen servicio online.
El proceso
Una vez contrataron el desarrollo, en Canadá, no imaginaron cuan valioso era no dar por hecho y explicar todo en detalle, de forma básica y simple.
Corregir una sombra, incluir el pantallazo de la descarga, pensar en la usabilidad... todo cuenta para Wood Puzzle, un desarrollo habilitado para niños desde un año y medio.
Tiene cuatro niveles y de el primero que es muy básico, se pasa a uno más complejo de animales, princesas y piratas. Vendrán medios de transporte y los de fechas especiales.
La descarga vale 99 centavos de dólar y está hecho de forma muy universal, pensando que un pequeño en China o en Argentina pueda utilizar su lógica y habilidades motoras para hacer clic y esperar que el sonido le confirme que lo ha hecho bien.
Esa manera de subir una creación y distribuirla en todo el mundo aún maravilla a Catalina. "Ya no hay fronteras" para dejar que un producto esté en manos de los consumidores. Incluso si son bebés y usan la tecnología con la compañía de la mamá.
Porque si algo ha observado ella es que allí hay un campo abierto. Los padres, incluso de pequeños de 6 meses, les prestan sus iPhone para que jueguen y ellos con un simple tab pueden avanzar. Allí se enfocan ahora para desarrollar una siguiente aplicación.
Un reto en el que piensa con sorpresa y deleite. Por ahora se lo está gozando.
Pico y Placa Medellín
viernes
3 y 4
3 y 4
