Combates en Cauca, un soldado muerto y tres más heridos por explosivos y el derribo de dos torres de energía en Antioquia avivan las voces que acusan a las Farc de "engaño" al anunciar un cese el fuego unilateral en Cuba.
Mientras en la isla continúan los diálogos de paz, en el país crece el rechazo de autoridades y la ciudadanía. Al mismo tiempo, surgen dudas de si existe una unidad de mando en el grupo guerrillero o si, por el contrario, los ataques demuestran falta de control de la cúpula, que negocia en La Habana, sobre los frentes insurgentes.
Pero en los municipios antioqueños de Tarazá y Campamento, a miles de kilómetros del Palacio de Convenciones de la capital cubana, donde se hizo el anuncio que ilusionó a los colombianos, los hechos indican otra realidad que desmiente la promesa de las Farc.
A las 10:00 a.m. de ayer, en la vereda Barro Blanco de Tarazá, un grupo de soldados que cuidaban a los erradicadores manuales de coca cayeron en una trampa atribuida a los guerrilleros del frente 36 de las Farc. Un soldado murió y tres más resultaron heridos.
"Cuando la tropa atravesaba un camino les activaron la carga explosiva por telemando, fue planeado", indicó un oficial al precisar que no se trató de una mina instalada con anterioridad.
"En Antioquia no hay tregua: hoy un soldado muerto y tres heridos en Tarazá por explosión", fue el comentario de rechazo en Twitter del secretario de Gobierno de Antioquia, Santiago Londoño.
El funcionario se atrevió a cuestionar "si la tregua de las Farc no es cierta o no tienen control sobre sus tropas".
El Ejército también confirmó el derribo, a la medianoche del martes, de las torres de energía 220 y 230 de interconexión de ISA, en la vereda El Reposo en Campamento. El atentado afectó la operación de Cerromatoso, en Córdoba.
Este atentado se suma a los combates en Caloto (Cauca), luego de un intento de emboscada del frente sexto de las Farc, que según el alcalde Jorge Edinson Arias, causó el desplazamiento de 300 habitantes por temor al cruce de disparos.
El pasado lunes, el propio alias "Iván Márquez", segundo al mando de las Farc y jefe negociador, leyó en La Habana un comunicado en el que se "ordena a las unidades guerrilleras en todo el país cesar las operaciones militares ofensivas contra la fuerza pública y sabotaje contra la infraestructura pública o privada, entre el 20 de noviembre del 2012 hasta el 20 de enero del 2013".
Rechazo nacional
Jairo Delgado, general (r) de la Policía y director de análisis del Instituto de Ciencia Política Hernán Echavarría Olózaga, insistió en que la guerrilla en los últimos años perdió "sus comunicaciones y el mando y control total sobre sus estructuras y está aún en duda si todos sus bloques y frentes están de acuerdo con el proceso de paz".
Alias "Iván Márquez" ha desmentido en las últimas semanas esa versión en entrevistas con medios como Voz.
Jairo Delgado también indicó que el anuncio de cese el fuego de las Farc responde a "una estrategia de propaganda para mostrarse con voluntad de paz, pero que buscaba presionar al Gobierno, que hasta ahora se mantuvo firme en no aceptar una tregua bilateral".
Las nuevas acciones de la guerrilla fueron rechazadas por los altos mandos militares. El general Alejandro Navas, Comandante de las Fuerzas Militares, aseguró ayer que "la situación de las Farc es el caso del pastorcito mentiroso, que siempre decía que venía el lobo y nunca venía. Quizás es un símil válido para las promesas de este grupo terrorista, que ha incumplido su palabra".
El ministro de Defensa, Juan Carlos Pinzón, dijo que la guerrilla maneja "un doble discurso y una actitud mentirosa".
La Iglesia también se mostró desconcertada por el incumplimiento de las Farc. "Ya lo quebraron (cese el fuego). Hubo ataques en el Cauca. ¿Hasta dónde uno puede creer que hay algo real?", reclamó el secretario de la Conferencia Episcopal, José Daniel Falla.
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