El rapero y productor estadounidense Sean Combs, conocido como P. Diddy, enfrenta una petición de más de 11 años de prisión tras ser declarado culpable de dos cargos de trata de personas con fines de prostitución. El fallo se conoció en julio, cuando fue absuelto de los cargos más graves de conspiración y tráfico sexual, que podían costarle cadena perpetua.
El fiscal federal Jay Clayton aseguró que la severidad de la condena se justifica por la naturaleza de los delitos y la ausencia de arrepentimiento por parte del artista. “Sus crímenes son graves y en casos similares han conllevado penas de más de diez años”, escribió en el documento. “El acusado intenta presentar décadas de abusos como simples relaciones tóxicas, pero nada es ‘mutuo’ cuando una persona tiene todo el poder”.
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La defensa, en contraste, solicitó que la pena no supere los 14 meses, lo que permitiría al músico salir de prisión antes de que termine el año, dado el tiempo que ya ha pasado en detención preventiva. Sus abogados han insistido en que Combs no representa un riesgo de fuga ni una amenaza para la sociedad, argumento que el juez rechazó al negarle la libertad bajo fianza.
El productor de 55 años se encuentra recluido en el Centro de Detención Metropolitana de Brooklyn desde septiembre de 2024. Allí espera la audiencia de sentencia, programada para octubre, en la que el juez federal Arun Subramanian definirá si la condena se acerca al pedido del fiscal —más de una década— o a la solicitud de la defensa. La pena podría llegar hasta 20 años de cárcel.