Tiene 30 años, mide 1,69 metros y pesa 60 kilos. Dos medallas de plata, logradas en la maratón de los Juegos Paralímpicos de Pekín-2008 y Londres- 2012 dan fe de su entereza, disciplina y esfuerzos por salir adelante. Víctima del desplazamiento forzado y de la discriminación social, Elkin Serna ha superado esos momentos para convertirse en un deportista emprendedor, exitoso y, por encima de todo, inspirador, como lo testimonian quienes lo conocen.
“Luchador, sencillo, soñador y un hombre que brinda ejemplo con su tenacidad”, relata William Naranjo, un atleta convencional.
Lida -su madre, separada de Joaquín, el padre- y Nelson Javier -su hermano menor-, integran el reducido grupo familiar. Residen en Guarne, a donde llegaron luego de vivir en el barrio Zamora, después de verse obligados a abandonar una parcela que tenían en la vereda La Magdalena, en Urrao, donde él nació.
Ella hizo aseo en casas y Elkin vendió empanadas en la calle. Pero halló en el amor al deporte, al que llegó por coincidencia mientras transitaba, a diario, de su casa al colegio, la pasión que permitió abrirle la puerta a la redención económica.
Una bacteria, durante el embarazo de Lida, le generó una retinitis pigmentosa que dejó a Elkin con limitación visual al perder sensibilidad en la retina.
Hoy, gracias al esfuerzo deportivo de este atleta paralímpico disfrutan de una casa en Guarne, donde cuenta él, “es un pequeño centro de alto rendimiento, porque aquí llegan atletas en busca de refugio y oxígeno”.
Su compañera -Ledis Caldera-, su entrenador -Libardo Hoyos- y su guía -Germán Naranjo- hacen el segundo grupo.
“Elkin ha demostrado ser una persona luchadora, entregada a lo que hace, con condiciones físicas para el desarrollo de la resistencia, fundamentado y dedicado. En sí, un ejemplo a seguir para muchos deportistas”. Así lo describe Hoyos.
La ONU lo condecoró y lo nombró embajador de la campaña Corre por la vida. Y con la Unicef ha adelantado campañas similares en pro de los atletas con discapacidad y víctimas del desplazamiento.
“Es admirable. Un hombre positivo que confía en sus capacidades; luchador incansable. Su carrera por salir adelante es brillante. Un ejemplo para todos. Sencillo y humilde”. Palabras de Germán Naranjo, su guía, que resumen a Elkin fuente de inspiración de muchos más .
