Los enfrentamientos que se presentaron entre algunos hinchas del Medellín en la mañana del domingo en la calle Colombia con la carrera 65, y una pelea durante el clásico antioqueño en la tribuna norte del estadio Atanasio Girardot, volvieron a generar inquietudes de la comunidad de si las medidas de seguridad son insuficientes o si los compromisos que han hecho los barristas no son reales.
En el primer caso, el secretario de Seguridad de Medellín, Andrés Felipe Tobón Villada, dijo que se trató de una riña protagonizada en su mayoría por integrantes de la disidencia de Rexixtenxia Norte conocida como Los Chatarrerox, barra que está sancionada desde hace un año, y hasta el 31 de diciembre próximo, por la Comisión del Fútbol.
Según Tobón Villada, el posible líder de esta organización, a cuyos integrantes no se les permite ingresar a los partidos en el máximo escenario deportivo de la ciudad, fue capturado hace meses por el presunto delito de homicidio.
El funcionario dijo que la oportuna reacción de la Policía Metropolitana evitó hechos mayores, y agregó que no hubo lesionados, aunque un video que se hizo viral en las redes sociales muestra ataques con machetes y piedras.
El balance, entregado por Tobón Villada en rueda de prensa, habla de 78 adultos conducidos que serán judicializados y 14 menores de edad puestos a órdenes de una comisaría de familia (El Bosque). Las autoridades incautaron 29 armas blancas, la mayoría machetes, y estupefacientes.
Todos los implicados en los desórdenes, agregó el Secretario, recibirán sanciones con base en la Ley del Deporte.
Por parte de Nacional, informó la Alcaldía, fueron detenidos temporalmente 35 seguidores que, “bajo efectos del alcohol y estupefacientes, ocasionaron alteraciones del orden público una vez terminó el partido”.