Se llevó todos los aplausos. Marcó dos goles y fue figura. Así comenzó el año James Rodríguez en el Real Madrid, tras un remate de 2016 lleno de especulaciones por su posible salida de la Casa Blanca en el mercado de invierno.
El volante colombiano calmó las aguas turbias con las que se fue de Japón tras afirmar que quería jugar en un equipo donde tuviera más minutos, porque en la final del Mundial de Clubes, Zidane lo relegó al banco, como lo hizo a lo largo del 2016.
Este miércoles, el volante dejó de ser el jugador número 20 para el entrenador francés quien le dio la confianza de volver a ser el 10, ese que brilló hace un par de años en su llegada al conjunto español.
James comandó a un Real Madrid, con varias bajas -Gareth Bale, Lucas Vásquez y Cristiano Ronaldo-, en el partido de ida de los octavos de final de la Copa del Rey ante el Sevilla y marcó su primer doblete del año -el cuarto vistiendo la camiseta del Real- con el que le dio la ventaja a su equipo en la serie.
La primera anotación llegó temprano, al minuto 11, tras un remate de zurda del colombiano desde fuera del área para colocar el balón en el ángulo derecho de Rico. James volvió a sonreír, volvió a ser importante para el equipo.
Vea aquí: los primeros goles de James en el 2017 con el Real Madrid
El golpe anímico lo llevó a ser más en la cancha del Santiago Bernabéu. Llegó la segunda anotación para el Real gracias a Varane, que sentenció de cabeza tras un tiro de esquina de Toni Kroos en el minuto 29.
Y la anotación de la goleada para los madrileños llegó de nuevo de los pies del 10, en el minuto 42, tras una falta en el área que James convirtió en gol desde los once pasos.
El segundo tiempo fue solo de trámite. James estuvo en cancha hasta el minuto 79, cuando fue reemplazado por Danilo Ruiz. Elogios para el colombiano, que no se rinde, y que sin duda, seguirá peleando por su lugar en la titular.