Faltan 11 días para que la pelota empiece a rodar en el Mundial de Qatar y, mientras unos lloran porque una lesión los alejó de la posibilidad de disputar la Copa, otros rechazan y se niegan a jugar en el selecto grupo de los 26 convocados por cada seleccionador. Es el caso del jugador del AS Roma, Cristian Volpato.
“Hasta las 23:00 horas de anoche estuve intentando convencerlo para que se uniera al equipo, le dije que estaba entre los 26 convocados para el Mundial. Me respondió que quería pensar y hablar con las personas cercanas para entender qué era lo mejor para su carrera. Más tarde decidió declinar mi oferta”, dijo el técnico Graham James Arnold, seleccionador australiano.
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Volpato nació el 15 de noviembre de 2003 en Camperdown, un pueblo de Australia. Su decisión de negarse a portar la camiseta del equipo oceánico obedece a que su deseo es continuar su proceso de nacionalización italiana.
El jugador de 18 años ha hecho procesos en divisiones inferiores con la selección italiana y, en caso de aceptar la invitación del profesor James Arnold, no podría volver a portal la casaca de “La Squadra Azzurra”. Esto porque el reglamento FIFA ordena que los jugadores solo pueden portar la camiseta de una selección absoluta.
“Fue su decisión, ahora prefiero enfocarme en los muchachos que tenemos y en los jóvenes que van a llegar. Cristian no quería tomar una decisión tan grande y está bien”, añadió Arnold.
Volpato firmó en 2020 con la Roma y se incorporó a las divisiones menores. El portugués José Mourinho le dio la oportunidad de debutar ante el Inter de Milán en la temporada pasada. En este campeonato de la Serie A ha disputado siete partidos y ha anotado tres goles.
“Tomar cualquier decisión precipitada sobre mi futuro internacional en este momento tan precoz puede ser extremadamente prematuro”, dijo el jugador en su cuenta de Instagram.
En todo caso, esta no es la primera vez que un futbolista termina en una selección distinta a la de su país de origen. Thiago Alcántara nació en Italia y terminó jugando para España, lo mismo ocurrió con Gonzalo Higuaín (Francia-Argentina), Ivan Rakitic (Suiza-Croacia) y Erling Haaland (Inglaterra-Noruega).
