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E l viento, los adoquines y el retorno del pedaleo a lugares como el Col de Granon y del Alpe d’Huez estarán en el menú de la edición 109 del Tour de Francia-2022.
El evento de lanzamiento se realizó este jueves en el Palacio de Congresos de París y entre los invitados estaban el reciente campeón, Tadej Pogacar, el bicampeón del mundo Julian Alaphilippe y el colombiano Nairo Quintana.
El boyacense del Arkéa aseguró que el recorrido le permitirá regresar a la carrera con ambiciones, tras varios años en los que no ha podido pelear por la general, y alabó el peso que tiene la montaña. “Para mí, el Tour siempre ha sido la carrera del año, toda mi preparación va a estar centrada acá. Tendremos que hablar con los directores y con el resto de los compañeros. Analizaremos el recorrido y tomaremos la decisión sobre la forma en la que afrontaremosur”.
Quintana reconoció que le haría ilusión volver a ser el jefe de filas de su equipo y “correr para hacer una buena posición en la general”.
“Soy un corredor de la general. Todos los años he venido con esa ambición menos el pasado, cuando arrastraba problemas físicos”, señaló.
En ese sentido, opinó que el resto de los favoritos le consideran un pretendiente para el título “por las referencias del pasado”, en el que fue dos veces segundo (2013, 2015) y una tercero (2017), además de ganar el Giro de Italia de 2014 y la Vuelta a España 2016.
Pese a que en las últimas ediciones sus actuaciones han sido modestas, cree que puede volver a brillar: “Hay Nairo para rato, estamos bien, mejorando cada día. Por primera vez en mucho tiempo termino una temporada bien físicamente, y con ganas de trabajar para el año que viene”.
Sobre el recorrido del Tour, aseguró que es “un poco diferente al de los últimos años, con el viento en la primera parte, además de los 'pavés'" pero se alegró de que tenga más desnivel montañoso positivo. “Es bueno para nosotros. Es importante llegar en buena condición física para afrontarlo con garantías”, dijo el ciclista al resaltar las etapas de Alpe d'Huez y la de Granon.
Sobre esta última, que discurre en buena parte por encima de los 2.000 metros, ya que incluye también el ascenso al Galibier, Quintana señaló que ahora la ventaja de los colombianos en ese terreno no es tan decisiva como antes.
“Nosotros estamos más adaptados a Europa y el resto hacen preparaciones en altitud, las diferencias son menores que antes”. El de Boyacá destacó la importancia que tendrá el equipo en las etapas de viento y de adoquines para no ceder tiempo en la general.
El recorrido empezará en Dinamarca el 1 de julio. En los Alpes habrá una meta en altura a 2.413 metros, en el Col du Granon. Esta es la misma carretera en la que el francés Bernard Hinault vistió la camiseta amarilla en 1986. Desde entonces no se corre allí.
La competencia constará de seis etapas llanas, siete accidentadas y seis de alta montaña, con cinco finales en alto y dos contrarreloj individuales. El recorrido total será de 3.200 kilómetros