<img height="1" width="1" style="display:none" src="https://www.facebook.com/tr?id=378526515676058&amp;ev=PageView&amp;noscript=1">
x
language COL arrow_drop_down

Mariana Pajón llegará renovada y fuerte a su tercera Olimpiada

Madura, optimista y feliz de poder compartir con su esposo unas Olimpiadas, “La Tata” habla de Tokio.

  • En la pista de Bogotá, Mariana no solo festejó dos oros, sino que elevó su nivel de cara a Juegos. FOTOs COC
    En la pista de Bogotá, Mariana no solo festejó dos oros, sino que elevó su nivel de cara a Juegos. FOTOs COC
  • Mariana Pajón llegará renovada y fuerte a su tercera Olimpiada
  • Mariana Pajón llegará renovada y fuerte a su tercera Olimpiada
12 de julio de 2021
bookmark

La vida de Mariana Pajón Londoño va tan veloz como cuando, montada en su bicicleta, enfrenta las pistas persiguiendo medallas de oro. Y es que aparte de sus compromisos deportivos, a doce días de la inauguración de los Juegos Olímpicos de Tokio, atiende prensa, patrocinadores y va de un lado a otro.

Después de haberle dado al país dos preseas doradas en la Copa Mundo de Bogotá, y tras recibir de manos del presidente Iván Duque la bandera de Colombia en representación de todos los deportistas del país, voló a California, EE. UU., a donde le da los últimos retoques a su preparación.

A sus 29 años, la bicampeona olímpica (Londres-2012 y Río de Janeiro-2016) irradia madurez y seguridad, luego de superar una etapa difícil por la operación de ligamento cruzado que le practicaron en su rodilla izquierda, lesión que sufrió durante la Copa Mundo de Holanda a principios de mayo de 2018. Una caída que le dolió a 50 millones de colombianos.

Sus respuestas están impregnadas de mensajes de positivismo, son lecciones de superación que expresa abiertamente a la gente, algo que la hace única.

Desde suelo estadounidense, La Tata, como también llaman a la Reina del BMX, sacó tiempo para compartir con los lectores de EL COLOMBIANO conceptos de su actual momento, de lo que significa participar en las justas al lado de su esposo, el colombofrancés Vincent Pelluard, y de lo que representa para ella portar el tricolor nacional en la cita más importante del deporte mundial.

Por todo lo que ha sucedido, ¿estos Juegos son especiales en su carrera?

“Sin duda, tienen un significado muy especial. Los aplazaron, la pandemia... Yo estaba lista sicológicamente para competir en Tokio 2020, pero sabía que en la parte física todavía me faltaba. Igual lo iba a dar todo, con el corazón, las ganas y la motivación. La postergación me dio tiempo de recuperarme y estar al 100 %. Este año he tenido muchos retos y situaciones que superar. Es una oportunidad que me ha dado la vida y por más duro, gris, oscuro que se vea el camino, siempre hay una parte positiva, un lugar para seguir soñando y darse cuenta de que se puede lograr todo lo que te propones en todos los campos”.

Esta será su tercera Olimpiada, con excelentes antecedentes (dos títulos). ¿Eso le genera alguna presión, que los ojos de los colombianos y del mundo estén sobre usted?

“Los dos Juegos anteriores fueron muy exitosos, sueños hechos realidad. Y esas medallas son mías, nadie va a entrar a mi casa y me las va sacar y va a decir que ella es la nueva campeona olímpica. No es así, ya me las gané, por eso no siento presión, ya hice lo que tenía que hacer para obtenerlas. Ahora he tenido que prepararme el triple para ir a Japón, he disfrutado mucho el proceso, he sentido una montaña rusa de emociones durante este ciclo olímpico, pero la presión no está. Esa se la pone uno, pues si uno está tranquilo y con la conciencia libre de que ha dado lo mejor, entonces todo está de su lado”.

¿Cuál fue el secreto para levantarse tras esa dura lesión que sufrió?

“No hay secreto para levantarse. Si te pones la meta de superarte, entonces vas por buen camino. La única oportunidad que tenía era volver a mi esencia, a montar como lo hacía antes, a pedalear y tener la confianza que siempre he tenido. Es saber y querer hacerlo, tener la fortaleza y la voluntad para luchar y hacer la recuperación, para aprender a caminar y ganar la fuerza nuevamente. Pero, sobre todo, para ponerte en el partidor y saber que eres tú, en tu cicla y pensar que la vida te ha dado la opción de volver a competir y hacer lo que te apasiona y te gusta. Simplemente, las oportunidades te las pones tú. Todo está en la mente y en el corazón, saber qué quieres y para mí el deporte es todo, no es el resultado, pero es lo que me gusta, es mi pasión y es lo que escojo hacer”.

¿Qué siente al saber que compartirá equipo con su esposo Vincent Pellaud, es un aliciente más, cómo recibieron la clasificación?

“Esta historia es muy linda, en la que mi esposo deja todo atrás, de pronto en un país con más apoyo y oportunidades, con más desarrollo, con su familia. Lo deja para vivir en un lugar que él dice, no nació aquí, pero es su país de corazón, que su sangre es francesa, aunque su corazón puede ser colombiano y ha sido un camino completamente hermoso. Vivir unos Juegos Olímpicos junto a tu amor es un sueño hecho realidad, es algo increíble, porque su historia es bien particular por todo lo que pasó para que pudiera clasificar. Cumplir esos parámetros fue un camino muy tenaz y saber que lo logró, obviamente, motiva, es algo para compartir, para tu familia y tu futuro. Contarles alguna vez a tus hijos que junto al papá fuimos a unos Olímpicos es hermoso. No fue noticia, simplemente se cumplieron unos parámetros, se sabía en el equipo quién iba clasificando. Así que fue bastante emotivo y de mucho reto, porque llegar a un país en el que no naciste, pero que lo sientes propio y representarlo, no es un reto fácil. Haber logrado ese cupo es algo fenomenal, es algo que no pensamos que se iba a conseguir alguna vez y ver que todo se puso a nuestro favor fue algo muy emocionante”.

Usted recibió del presidente Duque la bandera nacional. ¿Qué sintió en ese momento y cómo percibió a sus compañeros?

“Toda la delegación colombiana tiene una responsabilidad grande y sé que han trabajado de la mejor forma. Estuvimos en un reto grande en la pandemia, en la que los atletas de otros países se pudieron preparar en centros de alto rendimiento que nunca cerraron y nosotros en casa. Pero así es, así somos, luchadores, guerreros, soñadores y eso no nos hizo ni perder el tiempo ni hacer las cosas mal. Recibir la bandera es un orgullo porque sabes que representas a todo un pueblo y junto a mis compañeros estábamos emocionados. Eso nos motiva e impulsa porque estamos con una misma bandera, un mismo himno que esperamos que suene en Tokio. Todos viajamos con ganas, motivación y responsabilidad”.

¿Qué opina de Caterine Ibargüen, la abanderada en Tokio? Usted ya experimentó ese honor, ¿qué piensa que la hayan elegido a ella que también le ha dado gloria a Colombia?

“Para mí, Caterine es un gran ejemplo, es ídolo, una persona con una sonrisa arrolladora y que contagia. Ella se merece eso y mucho más. Portar la bandera en el estadio olímpico ya es un oro antes de competir. Es un orgullo y una experiencia inolvidable. Ella se lo merecía hace mucho y le llega en el momento perfecto. No podíamos estar mejor representados que con alguien que ha salido adelante, que ha querido y lo ha dado todo por Colombia. Ella es un orgullo, la bandera estará en muy buenas manos, es una campeona no solo por las cosas que ha ganado, sino por la persona que es”.

¿Qué le genera ponerse el uniforme tricolor, en qué piensa cuando lleva la vocería del país en las pistas?

“Es como ponerse una armadura que nos representa, porque los colombianos salimos adelante. Tenemos muchos retos y al mismo tiempo luchamos por sueños que podemos lograr. Cuando yo empecé a viajar, muy pequeña, vestir el uniforme era casi un crimen en los aeropuertos del mundo, te miraban mal. Ahora nos lo ponemos con orgullo, que se den cuenta de lo que somos. Es como llevar una armadura de guerreros, con una fuerza de voluntad incansable, es un orgullo inmenso. Cuando eso sucede llevas a todo un país encima y eso es energía positiva, te impulsa”.

¿A qué rivales ve más fuertes o cuando está en el partidor solo piensa en superarse a sí misma?

“Cada vez que estoy allí, en el escenario, pienso en lo que puedo hacer y puedo superar. Está en mis manos poner la energía en lo que puedo controlar. El rival más fuerte siempre va a ser esa persona que ha entrenado, se ha preparado y que lo ha dado todo, y esa soy yo. Con la conciencia tranquila de dar más del 100%, pienso en cómo superar lo que hice, los tiempos, una vuelta perfecta, y eso es en lo que yo le puedo mandar a esa rival que ha estado conmigo toda la vida, y esa soy yo”

3
Olimpiadas completará la antioqueña Mariana Pajón en Tokio-2021.
2
deportes únicamente superan al BMX en preseas olímpicas: pesas con 8 y boxeo con 5.
70

deportistas llevará Colombia a las justas que se inauguran el 23 de julio.

El empleo que busca está a un clic

Te puede interesar

Las más leídas

Te recomendamos

Utilidad para la vida

Regístrate al newsletter

PROCESANDO TU SOLICITUD