Piernas, brazos y rostros terminaron negros como el carbón. Los ciclistas, exhaustos, pero también felices al salir airosos de una de las etapas más peligrosas del Tour: la del pavé.
Hasta el paisa Rigoberto Urán subió una foto en su cuenta de Facebook evidenciando las secuelas.
Fue la jornada del miedo, del terror -como la bautizaron-, la que hizo temblar a los ciclistas al transitar por el odiado pavé, y en la que celebró por partida doble el compañero de Urán, el alemán Tony Martin, al triunfar en el recorrido de 223,5 kilómetros, entre Seraing y Cambrai y convertirse en el nuevo líder.
“Mijitos, así quedó mi mano después de la etapa de hoy -ayer-”, escribió Urán en su cuenta social, exhibiendo una ampolla de aproximadamente 5 centímetros de diámetro que le quedó tras la fricción en su bicicleta al transitar por los siete tramos de adoquines, “geniales para ver por televisión, pero crueles para los protagonistas”, como lo expresó David Brailsford, director del equipo Sky.
“Basta con mirar las manos de Rigoberto para darse cuenta de qué es el pavé, un recorrido inhumano, el cual viví como corredor en 1985 y 1987. Este sirve de espectáculo pero, para los ciclistas, es algo muy duro. Hay mucho estrés, se termina con las manos llenas de ampollas y con el material dañado”, dijo el excorredor y ahora técnico Carlos Mario Jaramillo. “Literalmente se corre por camino de herradura, lo duro no solo era correr por el pavé, sino preparar al equipo para entrar en él, para tener una buena ubicación”, agregó el hoy estratega.
Urán terminó como si hubiera salido de un socavón, eso sí, con la tranquilidad de seguir en la pelea por el título.
El paisa está silencioso, pero se muestra fuerte. Ayer arribó 13° y se mantuvo como el mejor colombiano en la general, séptimo, a 46 segundos de Martin y a 34 de Chris Froome.
Pero así como Urán, Nairo Quintana (Movistar), incluido en el cartel de favoritos, batalló sin parar y también respiró tranquilo al final del día.
El polvo y la carretera no lo frenaron. Tuvo en sus gregarios el apoyo necesario para no ceder terreno. Continúa 17, a 2:08 del nuevo líder, y con la opción intacta de recuperar tiempo perdido.
Los demás criollos, Winner Anacona, José Serpa, Járlinson Pantano y Julián Arredondo, lograron seguir en carrera, y aunque llegaron retrasados a meta, saben que sobrepasar las barreras de ayer es el aliciente para figurar en la montaña, en la que Urán y, sobre todo Nairo, pueden dar el golpe. Por lo pronto pasaron el tenebroso pavé.