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El mundo del deporte y en particular el del ciclismo sigue consternado por el fallecimiento del ciclista Jerónimo Jaramillo, quien corría para el equipo Ítaca-Cobelén y perdió la vida tras un accidente sufrido en la segunda etapa de la Clásica de Rionegro.
Su muerte se presentó este jueves en la madrugada en la clínica Somer, oriente antioqueño, donde llegó proveniente de un centro asistencial de Puerto Boyacá, a donde fue llevado para que lo estabilizaran tras el accidente.
El pedalista se estrelló con una ambulancia que entró en una zona reservada para la competencia, en la que intervenía el joven de 16 años. El automóvil transportaba una persona delicada de salud que hacía la ruta entre Puerto Triunfo y Medellín.
Según manifestó este jueves en la tarde el presidente de la Liga Antioqueña de Ciclismo, Ricardo Flórez, la ambulancia violó los protocolos que se tenían establecidos al ingresar en el recorrido de la carrera sin un permiso previo.
Subrayó que el “vehículo no estaba autorizado por la organización para hacer este recorrido. Si llevaba una urgencia prioritaria puede circular, pero se activa un modelo de cápsula de seguridad que la organización tiene establecido”.
Aseguró que la persona que conducía el automotor no respetó los llamados que se le hizo para que se detuviera.
El dirigente de la rectora departamental calificó a Jaramillo como un “superhéroe porque detuvo la ambulancia”, que explicó, pudo haber creado una tragedia mayor, dado que el lote femenino venía detrás.
Por su parte, las autoridades del Instituto de Deporte y Recreación de Rionegro manifestaron que le están brindando su acompañamiento a la familia del deportista.
De niño soñé ser periodista deportivo. Soy sonsoneño, especialista en comunicación y un apasionado de mi profesión.