“¿Cierto que no he perdido mi tiempo?”, pregunta Inés Vélez Muñoz mientras mira los recortes que lleva más de 20 años coleccionando. Ella no lee el periódico para enterarse de las últimas noticias, lo hace para entretenerse: busca frases, palabras o imágenes que le gustan y las recorta de manera casi perfecta utilizando una regla. “Uno para que va a hacer algo si no lo hace de la mejor manera posible”.
Sus bitácoras son dos libros con recortes de periódicos o almanaques, o como ella prefiere decirles, “La Escuelita de Doña Inés”. Son su mayor tesoro.
En el barrio Estadio de la comuna 11 de Medellín hay una casa color crema con zonas verdes a su alrededor. Dentro se encuentran cuadros, estatuas, diferentes monumentos religiosos y recortes de EL COLOMBIANO en diferentes puntos de la vivienda: en la mesa o en la sala se ven frases o imágenes que ella colecciona con amor. A su lado está Germán, su esposo, quien la ha acompañado durante 50 años. Son una pareja ideal: él es suscriptor de este diario desde hace 40 años y ella lo lee para recortarlo. “Lo deja como un esqueleto”, cuenta él.
Tiene dos libros grandes, uno color verde y otro negro, con el verde fue que inició su pasatiempo, después de llenar por completo sus páginas por lado y lado no quiso parar y consiguió el negro, aunque este no lo ha llenado del todo por falta de tiempo .“Es que no he estado tan juiciosa, el año pasado me fui de viaje a Europa y descuidé un poquito esto, pero otra vez me voy a poner las pilas”.
Una idea de hace tiempo
Según ella, el objetivo con estas bitácoras o diarios es que enseñen a quienes los lean después, porque en estos se encuentran más de 20 años de la historia de Colombia y del mundo. Además ella busca que sea objetivo y entretenido a la misma vez, como una escuelita. “Eso fue lo que me enseñaron a mí en la universidad, una noticia tiene que cumplir con esas características para que sea buena”.
Y como “son mis tesoritos”, los trata como tal: las hojas de estos cuadernos no son amarillas, los recortes tampoco están en mal estado. Todo lo opuesto, cada frase o imagen encaja a la perfección, no hay un solo recorte chueco o mal cortado, no hay esquinas despegadas ni hojas dobladas, es como si los 20 años no hubieran pasado y el tiempo se hubiera detenido. Parecen nuevos. Inés se encarga de guardarlos muy bien, “no se los presto a nadie”. En eso radica el secreto para que estos libros se conserven en tan buen estado.
En todos estos años recolectando memorias tiene sus favoritos: los de las cebras, por ejemplo, por ser su animal preferido, “se ganaron su lugar aquí”.
También hay personas que ve, recuerda con amor y surge una que otra anécdota, como la de la fallecida Celia Cruz o la de Claudia Elena Vásquez, la exseñorita Antioquia de 1996. Inés es seguidora de toda la vida del Concurso Nacional de Belleza y recuerda que hace muchos años antes de que la reina ganara se encontró en un evento a María Elena Ángel Ochoa, madre de Claudia Elena, y le dijo: “¿Está preparada? Su hija va a ser la próxima señorita Colombia, estoy segura de que va a ganar”.
Empezar, un día
Inés no recuerda cómo inició este pasatiempo que se volvió tan importante. Es tan así que en su biblioteca tiene unos morros grandes de EL COLOMBIANO, también hay una mesa y allí es donde se dedica a recortar. Incluso, en la de vidrio tiene algunos recortes que aún no ha pegado y otros que quiere dejar ahí, frases como: “Me rijo por los principios de rectitud, honestidad y lealtad”, se lee al ingresar. “Me gusta recortar mientras veo las noticias”.
“Me parecen una nota los diarios que tiene mi mamá”, dice Estefanía González, su hija, y es que para ella esto es una manera de recordar el pasado porque a medida que pasa el tiempo los hechos se van olvidando. “Desde antes de que yo naciera mi mamá ya los hacía, pero comencé a ser consciente en el colegio y cuando ella ve un recorte que le recuerda a mí o es algo que quiere decirme, me manda una foto por WhatsApp o si me ve en persona me los deja en una carta o me los pone en algún lado sin que yo me dé cuenta”.
Su hija cree tener la respuesta a cuándo fue que empezó esto de recortar: “Hace muchos años uno de mis tíos murió y mi mamá, como estudió comunicación social y periodismo, se fue al lugar de los hechos y entrevistó a todas y cada una de las personas que estuvieron presentes y reconstruyó la historia. Luego buscó los periódicos con la noticia y los recortó, con esto construyó un álbum. Desde ahí creo que comenzó su amor por esto”.
Su esposo, por su parte, dice, todavía sentado en la sala, mirándola: “Es algo que la hace feliz y uno debe dejar que la gente esté contenta”. Trae una cajita, de esas de metal donde normalmente se guardan galletas, y está llena de recortes que están esperando su turno, y es que Inés dice estar en luto por culpa de las muertes que ha ocasionado la covid-19, entre ellas el fallecimiento del cantante vallenato Jorge Oñate y el Ministro de Defensa, Carlos Holmes Trujillo, figuras que pronto harán parte de estos diarios. También ella, pronto, y con este artículo, se sumará a la bitácora