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El lío de las editoriales y productoras con la Alcaldía

Algunos sectores denuncian falta de claridad en los procesos. Hablan todas las partes. Debate.

  • 12 editoriales de Medellín denuncian retrasos en pagos. FOTO Carlos Velásquez
    12 editoriales de Medellín denuncian retrasos en pagos. FOTO Carlos Velásquez
  • El lío de las editoriales y productoras con la Alcaldía
  • El lío de las editoriales y productoras con la Alcaldía
18 de septiembre de 2021
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Desde hace 17 años en Medellín se entregan los estímulos para el Arte y la Cultura. El sector editorial es uno de los que más se beneficia de esta convocatoria, una manera de respirar económicamente y promocionar las letras antioqueñas.

Sin embargo, en el último año este proceso ha estado lleno de ires y venires. El pasado 9 de septiembre llegó a la Secretaría de Cultura un derecho de petición en el que 12 editoriales de la ciudad manifiestan su inconformismo por los retrasos en el desembolso del dinero para producir los libros de los autores que ganaron estas becas en 2020.

Este listado lo conforman: Sílaba editores, Universo Centro, editorial Universidad Eafit, Verso libre, Pulso & Letra editores, Libros del Fuego, Angosta editores, Frailejón Editores, Mesa Estándar, P&P + Arte, ediciones Otraparte y Tragaluz Editores.

Daniela Gómez, editora de Tragaluz, dice: “Una vez se dan esas becas, los autores proponen las editoriales con las que quieren trabajar y la Alcaldía nos da la plata, nos comprometemos para publicar, entonces comenzamos el proceso de creación, corrección de estilo, ilustración si es del caso... pero todo está parado”.

Aquí no hay contratos de edición, sino de compra de 500 ejemplares para las bibliotecas públicas de la ciudad. “Desde 2020 nos llegaron los primeros textos, los empezamos a trabajar y cuando estaban adelantados nos dijeron que paráramos, tenemos unas obligaciones, son libros que están diseñados y listos para impresión”.

Editoriales y productoras, sin apoyo de la Alcaldía

Claudia Ivonne Giraldo, directora de la editorial de la Universidad Eafit, atraviesa por una situación similar. Dice que ante este panorama de incertidumbre se siente “tirada en la mitad del proceso”, porque algunos, como ella, ya firmaron un contrato de edición con el autor.

Y agrega: “El problema es que nos dicen que arranquemos, que todo está bien, nos hacen dos o tres ajustes y cuando estamos casi listos para imprimir nos informan que no va, que no hay dinero”.

¿Qué pasó?

Sebastián Trujillo, subsecretario de Bibliotecas, Lectura y Patrimonio de Medellín, indica que el tipo de contratación actual “no es el más idóneo” por dos razones: publica becas de los años anteriores y se expone a hallazgos fiscales.

En otras palabras, la demora para que las editoriales puedan producir los libros radica en que este proceso de aprobación tuvo que pasar antes por el comité de la Secretaría de Suministros, que hizo los reparos jurídicos y pidió modificaciones en el contrato.

Trujillo reconoce que con este modelo las editoriales comenzaban actividades de edición de buena fe, sin un contrato, sin embargo, fue claro en afirmar que este proceso cambiará a partir del próximo año para que sea “más transparente”.

Ahora el proceso se realizará a través de un programa que se llamará Fondo Editorial; cuando los ganadores tengan la obra lista y la editorial la intención de publicarla, se presentarán en conjunto. Las convocatorias estarán abiertas durante todo el año para otorgar entre cinco y diez estímulos de este tipo, el recurso “se entregará directamente para la producción y compra de los libros”.

Explica, además, que en el primer semestre de 2021 esta subsecretaría entregó estímulos de Literatura (6), estrategia de Lectura, Escritura y Oralidad (18) y Bibliotecas Populares (10), los cuales “están adjudicados, en ejecución y cuentan con el segundo pago”.

El subsecretario agrega que estos estímulos suman 587 millones de pesos y en las pasadas administraciones “la inversión en este programa, en promedio, era de 450 millones de pesos”. También dice que si los reparos jurídicos se superan, y logran tener los recursos necesarios (103 millones de pesos), después de la Fiesta del Libro estarían terminando este proceso del Fondo Editorial de la Secretaría con las editoriales que ya empezaron su trabajo desde el año pasado. Pese a esta solución, la nueva estrategia de la Secretaría deja en duda asuntos cómo la repartición del estímulo, pues antes los autores eran reconocidos por su trabajo intelectual. Todo ahora es muy brumoso.

Otro sector golpeado

Laura Gutiérrez es una productora de la ciudad que ha notado que este año la Alcaldía no ha publicado los estímulos audiovisuales. Por esto, envió un correo electrónico a la Secretaría de Cultura pidiendo explicaciones y le respondieron.

“Me dijeron que no van a salir porque no hay tiempo de ejecución, eso me da a entender que el recurso fue adjudicado, pero que por falta de tiempo no saldrá, este fue un golpe al que se suma la falta de comunicación con un sector al que no le ha ido muy bien por la pandemia”.

Ana Katalina Carmona es productora de cine y dice que este año no se ha podido presentar a las becas de creación para el sector audiovisual porque “no han abierto las convocatorias (...) Sacaron unas becas que no son de creación libre, no hay presupuesto para categorías como escritura de guion, ni creación de cortos, realización de videoclip, creación en medios digitales, entre otras”.

El gran perdedor, dice Carmona, en este retraso de la apertura de las convocatorias es el sector audiovisual de la ciudad: “Los que intentamos crear una industria en este momento no tenemos movimiento de dineros públicos que nos ayuden a impulsar nuestras ideas”.

Y hay un tercer caso: el de la productora y directora Juliana Zuluaga, quien cuenta que el pasado 10 de agosto durante un evento público le preguntó al secretario de Cultural, Álvaro Narváez, por el proceso de las becas de creación. “Me respondió que a la semana siguiente salían y nada, me contó que eran líneas de posproducción, desarrollo, escritura y otras, pero ninguna de producción porque por los tiempos ya no daba, también envié un correo y no me han dado respuesta”.

Editoriales y productoras, sin apoyo de la Alcaldía

Siguiente paso

Ante las dudas que hay alrededor de los estímulos para el sector audiovisual, Alexis Mejía, subsecretario de Arte y Cultura de Medellín, señala que en los próximos días saldrán varias líneas nuevas y dentro de estas “estarán las de creación”. Esas son las que tanto están esperando Laura, Ana, Juliana y muchos más productores de la ciudad.

El funcionario explica que la formulación de lineamientos o requisitos está en proceso de pasar a diagramación, luego “viene el tema administrativo, porque la disposición de recursos está, entendemos el deseo que hay de asumir una línea tan importante como la de creación, pero es importante resaltar que han salido otras convocatorias en las que hay muchos estímulos”.

Este año van nueve convocatorias que representan más de 10.000 millones de pesos y se espera que se superen los 11.000 millones, hasta la sexta se registran 375 beneficiados, “pronto saldrán otras líneas relacionadas con temas como audiovisuales, economía creativa, circo, entre otras”.

Mejía es enfático en señalar que todas las líneas no se pueden abrir al mismo tiempo, debido a que “las organizaciones y artistas no tendrían el tiempo suficiente para presentarse, detrás hay un proceso de acompañamiento y revisión técnica que toma un tiempo”.

Los creadores y organizaciones culturales que resultan beneficiados con estas convocatorias se eligen a través de unos lineamientos de evaluación que hacen más de 600 jurados de diferentes áreas y externos a la Secretaría.

“Hacen un ejercicio de revisión de las propuestas de acuerdo a los criterios y las que tienen mayores puntajes son las que resultan beneficiadas”.

Sí les cumplieron

Un músico de la ciudad que prefiere cuidar su identidad, dice que este año se presentó a la primera convocatoria de estímulos que era para producción discográfica, “era para realizar dos conciertos con el fin de descentralizar el arte del Centro de Medellín, llevar esa oferta cultural a otros lados”.

José Julián Villa, director de La Pascasia, cuenta que el centro cultural resultó beneficiado de los estímulos Salas Abiertas. “Fueron cerca de 75 millones de pesos, nos ha permitido estar activos porque esas becas no se traducen en comodidad sino en actividad, la posibilidad de tener la casa abierta para entregar una programación constante”.

Los estímulos de Literatura fueron una oportunidad para Diego Agudelo, periodista y escritor, su libro de poemas es ya un hecho. “La plata se ha entregado sin ningún problema, los desembolsos han transcurrido normalmente”.

El sector cultural en Medellín ha sido uno de los más golpeados en esta pandemia, por esto el afán de muchos creadores y organizaciones que esperan que las promesas se cumplan y queden en el papel y no en el aire .

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