El joven de 24 años, jugador del Club Deportivo Oros del Pacífico de Buenaventura, fue atacado a tiros por hombres que se movilizaban en motocicletas.
“Luto en el fútbol. Lamentamos profundamente el asesinato de Vladímir, jugador del Club Deportivo Oros del Pacífico de Buenaventura. Un joven sano, con sueños y pasión por el fútbol, que nos arrebatan injustamente”, informó el club al comunicar la noticia de su fallecimiento.
El deportista fue asesinado mientras compraba una salchipapa en el barrio La Independencia. Tras el ataque, murió en el lugar debido a la gravedad de las heridas. Sobre las causas, las autoridades no han precisado detalles.
“Hoy lloro a mi hijo y no sé cómo voy a continuar. No sabemos qué hacer para proteger a nuestros hijos y a nosotros mismos. S.O.S. Alcemos la voz, porque así no podemos seguir. Un gran deportista buscando un futuro en el fútbol, pero la guerra de bandas, la delincuencia, le cegó la vida a mi hijo”, expresó el padre del joven asesinado.
En este territorio hay máxima alerta de seguridad, principalmente por la disputa criminal entre Los Shottas, Los Espartanos y Los Chiquillos. El asesinato de Bravo Núñez se suma a los 50 homicidios registrados en lo que va del año en Buenaventura.
El llamado de la vicepresidenta Márquez
Ante los hechos delictivos que aquejan a la región, la vicepresidenta Francia Márquez se pronunció por medio de su cuenta de X. Allí afirmó que rechaza la violencia en Buenaventura y agregó que le hizo un llamado al Gobierno Nacional para instalar presencia en la zona.
“Como Vicepresidenta le he solicitado al Ministro de Defensa y al Alto Comisionado de Paz atender la situación. Solicito se haga un Consejo de Seguridad que defina acciones urgentes para abordar lo que está sucediendo con comunidades confinadas y en medio del conflicto armado”, dijo.
También envió un mensaje sobre Bravo, el joven futbolista asesinado: “este fin de semana fueron asesinadas cinco personas, entre ellas Vladímir Junior, promesa del fútbol y jugador del equipo local Oros del Pacífico. Las balas no pueden seguir truncando los sueños de nuestros jóvenes del Pacífico colombiano”.