El bienestar y estabilidad estomacal depende, en su mayoría, de los alimentos que hacen parte de la rutina culinaria de cada persona. Formas erradas de preparar y tratar los alimentos son la principal causa del contagio de la salmonellosis, una enfermedad infectocontagiosa provocada por una bacteria: la salmonella.
La nutricionista Nathalia Pérez Ortega explica que la salmonella se transmite principalmente “por el contacto con animales como cerdos, palomas, gallinas o con sus derivados mal procesados; también de un ser humano a otro por contacto con la comida contaminada. Es más común de lo que la gente piensa”.
Cualquier alimento crudo, de origen animal, como los huevos, las carnes, las aves, la leche y los pescados pueden contener la bacteria. Pero no se alarme: la bacteria solo sobrevive si estos productos no son cocidos hasta una temperatura adecuada.
La enfermedad se autolimita a una semana, máximo diez días, mientras el cuerpo se encarga de eliminarla. La recuperación se da de forma natural y sin tratamiento, en un alto porcentaje de los casos. Cuando el estado del paciente es grave, se acude a la rehidratación y tratamiento con antibióticos, remata Pérez Ortega. Para evitarla, tenga en cuenta los siguientes cuidados en la cocina:
- Es importante no romper la cadena de frío. No permitir que los alimentos lleguen a la temperatura de riesgo, es ahí donde se reproducen las bacterias.
- Al hacer mercado, no deje los alimentos fuera de la refrigeración exigida por más de una hora.
- Los alimentos se descongelan por porciones pequeñas. Si se compran muy grandes, saque lo necesario para el día evitando así la recongelación.
- No se recomienda descongelar a temperatura ambiente, debe hacerse pasando de una mayor a una menor, es decir, “si paso de un congelador a un refrigerador para descongelar la carne, lo ubico en la parte inferior de la nevera desde el día anterior”, complementa nuestra nutricionista.
- En la preparación, no mezcle los alimentos crudos con los cocidos. Esto se llama contaminación cruzada.
- Evite que las tablas para picar y otros utensilios que sean de madera. Este material es más propenso a la contaminación.