Es común que las personas hagan mofa sobre sus barrigas cerveceras. A manera de chiste consideran que es una inversión de la que no deberían desprenderse y no se ocupan mucho por minimizar y entender el riesgo que estas representan para su salud. Pese a ello, la evidencia médica ha determinado que el dueño de un abdomen voluminoso posee el doble de peligro de sufrir alteraciones del corazón frente a quienes no tienen barriga.
“Hay estudios que muestran cómo el tener un perímetro abdominal elevado, por encima de 90 centímetros, se convierte en un riesgo para eventos de tipo cardiovascular; sobre todo infartos”, detalla el médico internista y endocrinólogo de la Clínica las Américas, Ricardo Rosero Revelo.
El riesgo se eleva dependiendo del tipo de tejido graso que genera el abdomen abultado, y que puede ser subcutáneo o visceral. El segundo se refiere a la grasa localizada dentro del abdomen. “Es sobre el que más se tiene evidencia de su relación con eventos cardiovasculares, además de que incrementa el riesgo para eventos metabólicos y oncológicos”, explica el doctor Rosero Revelo.
Un incremento en el perímetro abdominal no es problemático solo para quienes se consideran obesos, según los valores de la Organización Mundial de la Salud (OMS). También lo es para personas con sobrepeso o con poca masa muscular.
No hay que subestimar
Según el doctor Luis Alfonso Fajardo Andrade, cardiólogo clínico e internista de la Clínica Cardio VID: “hay personas que aunque no tienen un índice de masa corporal alto, pero sí una obesidad visceral o abdominal aumentada, tienen el riesgo de sufrir eventos cardiovasculares. Las barriguitas cerveceras pueden ser la punta del iceberg de múltiples problemas, con implicaciones potencialmente mortales, que están en fase incipiente y que la gente subestima”.
Aunque mundialmente se ha aceptado que el perímetro abdominal empieza a ser potencialmente peligroso entre 90 y 100 centímetros, los primeros análisis realizados en Latinoamérica y el país para determinar la relación entre esta condición y las enfermedades coronarias enseñan, en ocasiones, valores menos elevados, así como diferencias entre hombres y mujeres.
“En Colombia se han hecho dos estudios. Uno que se llevó a cabo en Bogotá, en el que se muestra que mujeres por encima de 90 centímetros y hombres a partir de 99 tienen alto riesgo. El otro se realizó en Medellín, y determinó que el riesgo para las mujeres empieza por encima de 84 centímetros y el de los hombres más allá de los 94”, dijo el endocrinólogo Rosero Revelo, de la Clínica Las Américas.
Estos datos no pueden ignorarse si se tiene en cuenta que las enfermedades cardiovasculares representan la primera causa de muerte en el país. Estas afectan, en mayor medida, a la población masculina.
De acuerdo con el Departamento Administrativo Nacional de Estadísticas (Dane), en 2017 murieron 38.618 personas por enfermedades isquémicas del corazón; 21.012 hombres y 17.606 mujeres.
Indagar el origen
Las causas del elevamiento del perímetro abdominal están asociadas, en la mayoría de los casos, a estilos de vida que afectan la salud, tales como la mala alimentación, el consumo de alcohol y el sedentarismo.
“Otras circunstancias que nos favorecen a desarrollar barriga son los trabajos que obligan a la gente a estar más de seis horas sentada frente a un computador. Estudios muestran que permanecer sentados durante ese tiempo puede aumentar el perímetro hasta en dos centímetros. Es el caso de los médicos, los conductores, los trabajadores de banco, entre otros”, detalla el doctor Rosero Revelo.
De acuerdo con los especialistas, la evaluación médica cuando empieza a creer el abdomen es fundamental para determinar el nivel de riesgo. Una señal de que es hora de consultar se manifiesta cuando la ropa no ajusta en la cintura, como antes, o los cercanos hacen comentarios sobre la barriga.
La medición es clave
Impedir que el abdomen elevado cause más problemas del corazón también es responsabilidad de los médicos generales, que deben realizar la medición del perímetro abdominal en la consulta.
“Es necesario que atiendan el llamado de la OMS para que se haga esa medición, ya que es importante observar ese factor de riesgo. El monitoreo debe hacerse desde edad temprana”, dice el cardiólogo de adultos del Hospital Pablo Tobón Uribe, Juan Carlos Chavarriaga.
Ingerir una dieta rica en frutas y verduras, dormir bien, suprimir la ingesta de carbohidratos y realizar actividad física con frecuencia son las principales recomendaciones para empezar a deshacerse de la grasa abdominal.
“No se elimina la grasa abdominal con fajas, cremas o haciendo abdominales. Lo más efectivo es el ejercicio aeróbico, que implica mover todo el cuerpo; como trotar, usar la bicicleta o la elíptica. Es la actividad física que en los gimnasios llaman cardiovascular”, explica el cardiólogo, Chavarriaga.
150
minutos semanales de actividad intensa aeróbica, recomienda hacer la OMS.