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“El conflicto de Leticia”: ¿una guerra entre Colombia y Perú por un territorio o por un triángulo amoroso?

Una investigación de BBC News relató las tensiones diplomáticas y los enfrentamiento de los dos países en los años 90.

  • El conflicto de Leticia enfrentó a Colombia y Perú hace 90 años por la tierra de la Amazonía. FOTO: Getty
    El conflicto de Leticia enfrentó a Colombia y Perú hace 90 años por la tierra de la Amazonía. FOTO: Getty
26 de mayo de 2023
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Lo que se conoce como “la guerra colombo peruana” y “el conflicto de Leticia” empezó el 1 de septiembre de 1932 y terminó el 23 de mayo de 1933, hace 90 años. La BBC Mundo consultó textos de historia para entender ese conflicto que determinó en parte el futuro de la Amazonía.

Todo se remonta a inicios del siglo XX cuando las fronteras entre países aún no estaban delimitadas por completo, por lo tanto, Colombia y Perú mantenían un alegato por la jurisprudencia propia.

“En el primer siglo de vida independiente de Perú y Colombia no se había cumplido este requisito. Las cancillerías de ambos países no lograban ponerse de acuerdo acerca de las líneas que debían separarlos y, por lo tanto, delimitarlos”, explica el historiador Carlos Camacho en su libro “El conflicto de Leticia (1932-1933) y Los ejércitos de Perú y Colombia”, consultado por BBC.

Y ni qué decir de la cartografía. Si bien existían croquis, no eran lo suficientemente detallados como para explorar rincones geográficos y como lo que estaba en juego era el Amazonas, todo era mucho más complejo por la naturaleza del territorio.

Aunque los dos países lograron llegar a un acuerdo, ambos quedaron con una suerte de sospecha y sentían que habían cedido tierra que les pertenecía. “La idea de encogimiento del territorio tenía bases históricas firmes en ambos países: en Perú era la pérdida de Tacna y Arica en la Guerra del Pacífico [con Chile]—el Tratado de 1929 solo devolvió Tacna—, y en Colombia, la secesión de Panamá con el apoyo de Estados Unidos”, según el texto del historiador.

Así las cosas, cada gobierno prometió respetar los acuerdos y así fue, tanto que para los años 30 no había operaciones militares en frontera. Pero el bicho de la sospecha picó más fuerte y se desató una guerra entre vecinos.

Sin pedir permiso ni perdón, el 1 de septiembre de 1932, en una tarde de jueves, el Ejército peruano llegó a Leticia, hoy capital del Amazonas, territorio colombiano.

Lo primero que hicieron fue disparar contra las casas y en menos de una hora tomaron como prisioneros a seis funcionarios y 19 colonos o policías colombianos.

A ese Ejército peruano se sumó un grupo de ciudadanos convencidos de recuperar Leticia y para ello crearon un plan para que el gobierno los respaldara.

“Muchos historiadores que estudian la época -y se puede ver en la prensa de entonces- afirman que intelectuales peruanos consideraban que la reconstrucción del país pasaba por afianzar la presencia en territorios amazónicos”, argumenta Juan Carlos La Serna, historiador especializado en la Amazonía y profesor de la universidad Nacional Mayor de San Marcos, para BBC News.

Pero como en toda guerra por el territorio, no podía dejarse de lado el amor. Según las memorias del expresidente colombiano Alfonso López Michelsen, en Leticia existió Pilar, una mujer que fue amante del alférez peruano La Rosa, el mismo que llegó con los militares a recuperar la tierra Leticia.

Sin embargo, entre Pilar y La Rosa se comenzó a gestar un triángulo amoroso porque resulta que la bella mujer también era pretendida por el intendente colombiano del Amazonas, Alfredo Villamil Fajardo.

Pilar finalmente decidió irse con La Rosa y se marchó a Perú. Pero Villamil no aceptó esa decisión y “optó por raptarse a la bella, acompañado de tres o cuatro agentes de policía que la obligaron a volver a Leticia”, dicen las memorias, según BBC.

Es por eso que según López Michelsen, el amor jugó un rol importante en el inicio de la guerra. Noticia que llegó a Bogotá solo hasta el día siguiente.

El presidente de la época en Colombia era Enrique Olaya Herrera, quien intentó mediar por las vías diplomáticas pero sin descuidar su fuerza militar.

Por eso, Olaya Herrera “nombró al general Alfredo Vázquez Cobo encargado de adquirir barcos y material militar en Europa. Colombia solo contaba con tres embarcaciones militares antes del conflicto y Vázquez Cobo consiguió para el país cuatro barcos nuevos, ametralladoras y cañones”, explica Juan Camilo Vargas en su texto “El conflicto de Leticia: un capítulo desconocido”.

Además, a Olaya Herrera se le ocurrió una idea ganadora: contactó al piloto Herbert Boy, un alemán. Y Colombia integró a su fuerza aérea de 16 aviones, otras aeronaves de la Sociedad Colombo Alemana de Transportes Aéreos.

Luego de tomarse Leticia, el presidente peruano del momento, Luis Miguel Sánchez envió emisarios para dialogar por la vía diplomática, pero los ánimos ya estaban caldeados y no querían escuchar nada diferente a tomarse Leticia. Ante eso, el gobierno de Lima decidió respaldar la toma y el conflicto en Colombia.

Sin embargo, lo que parecía en principio una gran guerra, no tuvo enfrentamientos significativos o dramáticos. Según la investigación de BBC News, el desenlace de la guerra fue el asesinato del presidente Peruano Sánchez el 20 de abril 1993 como resultado de tensiones en su país.

“Su sucesor, Óscar Benavides, se mostró dispuesto a encontrar una solución más pacífica. El futuro presidente colombiano Alfonso López Pumarejo conocía a Benavides y este último le invitó a Lima para hablar de paz”, reseña el texto de Vargas.

Además, “el conflicto era costoso y las propias necesidades internas de los países exigían llegar a un acuerdo. La presión internacional para que se solucionara también fue importante”, cuenta La Serna.

Finalmente, todo cesó el 23 de mayo de 1993 con la firma del acuerdo de Ginebra. “Se establecieron comisiones binacionales con técnicos, ingenieros, militares y observadores internacionales brasileños. Eso permitió una real demarcación, siguiendo en gran parte los acuerdos que se habían establecido en la década de 1920”, concluye La Serna

Así, Leticia terminó siendo de Colombia.

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