El abogado, columnista y exdirector del Departamento Administrativo de Seguridad (DAS), Ramiro Bejarano Guzmán, levantó ampolla este fin de semana luego de que en su columna en el diario El Espectador señalara que durante la Fiscalía de Francisco Barbosa se hicieron seguimientos e investigaciones en su contra sin que le notificaran por qué.
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Con nombres propios, el abogado expuso quiénes eran los funcionarios que estuvieron averiguando por él en medio de las averiguaciones de la policía judicial.
Según el exdirector del extinto organismo de seguridad, los funcionarios estuvieron investigándolo entre octubre de 2020 y agosto de 2022 bajo las órdenes de Francisco Barbosa y del coordinador de fiscales delegados ante la Corte Suprema de Justicia, Gabriel Jaimes.
Bejarano señaló no conocer a estas personas, de quienes dijo que “seguramente fueron forzados a ejecutar estas gestiones indebidas sin permitirme el derecho de defensa”.
Precisamente, esa es la principal crítica del jurista: que no supo la razón de la presunta investigación en su contra ni tampoco el delito por el cual se ordenaron esas indagaciones, de las cuales el columnista dice tener los soportes.
El periodista Daniel Coronell informó este lunes que esos soportes son una serie de documentos que tienen visos de haber sido fabricados por analistas de inteligencia, pues constaba de datos, líneas de tiempo, declaraciones ante fiscales y jueces, datos de informantes y archivos, que también se guardaron en archivos de Excel.
Ante esto, la Fiscalía General de la Nación emitió un comunicado de prensa en el que —sin que Bejarano lo haya mencionado— empezó hablando de la investigación por el magnicidio del dirigente conservador Álvaro Gómez Hurtado, que estuvo asignado “especialmente a un fiscal delegado ante la Corte Suprema de Justicia, para adelantarlo con total autonomía e independencia”.
En ese sentido, el ente acusador explicó que una de las líneas investigativas que tiene sobre esa investigación “es la presunta participación de integrantes de la Policía Nacional y el Departamento Administrativo de Salud (DAS) en el crimen”.
“Es importante resaltar que para la época de los hechos, el señor Ramiro Bejarano fungía como director del DAS”, destacó la Fiscalía sobre el cargo que ocupó entre el 25 de agosto de 1994 al 1 de enero de 1996 por nombramiento del entonces presidente Ernesto Samper Pizano, a quien la familia Gómez Hurtado a señalado como autor intelectual del magnicidio.
La Fiscalía explicó que las actividades investigativas que se realizaron “se expidieron órdenes a policía judicial para recaudar evidencia física y material probatorio” y que por eso “se adelantó una inspección a las instalaciones de la Dirección Nacional de Inteligencia (DNI), para recolectar documentos de archivo del antiguo DAS”.
El ente investigador —cuyo jefe, Francisco Barbosa, termina su periodo hoy— afirmó que “es falso que la Fiscalía General de la Nación a través de su Policía Judicial haya realizado algún tipo de labor investigativa como escuchas o seguimientos en contra del señor Ramiro Bejarano Guzmán”.
No obstante, Bejarano no mencionó escuchas (interceptaciones a sus comunicaciones) en su denuncia.
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