Hasta petristas se oponen a Petro por querer renovar aviones de combate

Si bien el Ejecutivo ha decidido seguir con el proceso contractual para remplazar varias aeronaves –que ascendería a casi $26 billones–, escuderos del calibre de su hijo o el presidente del Senado han expresado reparos. Fuego amigo.

El actual presidente del Senado, Roy Barreras (derecha), aseguró que hechos como el restablecimiento de relaciones con Venezuela, “aplazan esa urgencia” de renovar la flota. FOTO: CORTESÍA

La renovación de la flota de defensa aérea de Colombia a la que le ha dado continuidad el gobierno de Gustavo Petro desató fuego amigo en las huestes petristas y hoy parece poner de acuerdo tanto a opositores como escuderos del primer mandatario.

La polémica tiene origen en el proceso contractual que adelanta el Ejecutivo para remplazar las aeronaves de combate Kfir, compradas a Israel en 1987 y 2009, y repotenciadas hasta más no poder, las cuales cumplirán su ciclo de vida útil en 2023. “Las esposas de los actuales pilotos me los van a agradecer mucho, porque, en realidad, ya era un peligro subirse en esos aparatos”, dijo el presidente días atrás.

Si bien se trata de un proceso de renovación que se viene diseñando desde hace casi una década y que le correspondió a Petro finiquitar, hay voces internas que se oponen a la compra, que podría superar los 26 billones de pesos. Una de ellas es la de su propio hijo, el diputado del Atlántico Nicolás Petro: “No estoy de acuerdo con la compra de aviones de combate. Todo para la paz, nada para la guerra”, dijo.

Otro de los que se opuso es uno de los escuderos más destacados de Petro en la arena política: el presidente del Senado, Roy Barreras, quien advirtió que, dadas las condiciones humanitarias del país, no es “oportuno ni conveniente” gastar recursos en aviones de guerra.

“Necesitamos tantos recursos para la lucha contra el hambre; la educación y empleo de los jóvenes; el ingreso mínimo vital de nuestros viejos; para el campesinado y la compra de tierras; para invertir en la paz, que no parece oportuno ni conveniente gastar en aviones de guerra”, manifestó el congresista.

Barreras admitió que hay limitaciones en la flota aérea, pero manifestó que “las nuevas y positivas condiciones internacionales”, entre ellas el restablecimiento de relaciones con Venezuela, “aplazan esa urgencia”.

Por su parte, el senador Jota Pe Hernández, de la Alianza Verde (que hace parte de la bancada de gobierno), fue vehemente al advertir que, antes de ser presidente, Petro se oponía a la compra de aviones, pero ahora “incoherentemente” anuncia que sí los comprará. “Yo me pregunto: ¿para qué aviones de guerra si se avecina una paz total?, ¿por qué esta gran inversión cuando se avecina una profunda crisis económica?”, cuestionó.

Desde la oposición también se refirieron a la discusión y hubo quienes le enrostraron a Petro la postura que defendía como senador previo a la campaña presidencial que lo llevó al Palacio de Nariño: “La compra de aviones en medio de una crisis como la que vivimos, es el máximo grado de irresponsabilidad de un gobernante”, trinaba Petro en marzo de 2021, en pleno auge del coronavirus en Colombia.

La senadora María Fernanda Cabal, del Centro Democrático, recordó que Petro se opuso a la compra de aviones del gobierno de Iván Duque cuando costaban alrededor de $14 billones. Ahora, con el fantasma de recesión económica mundial a cuestas, reclamó que podrían llegar a costar $26 billones.