El soldado Yilmar Alexis Guapacho Martínez se ufana de estar vivo. Cuenta su historia con el estupor de haber sobrevivido a un ataque de un francotirador del Eln que le disparó a su cabeza desde un barrio de Saravena, Arauca, un territorio acosado cada día por distintos grupos armados ilegales.
Ocurrió el pasado 14 de enero cuando el soldado Yilmar prestaba seguridad en el hospital de la localidad a uno de sus compañero que no contó con su misma suerte, y resultó herido en un atentado del Eln en las horas de la mañana de ese día.
Todo transcurría de manera normal, cuando Yilmar sintió un fuerte sacudón en su cabeza. “Fue tan duro el golpe que me dejó arrodillado y no sé por qué, salía humo de mi casco; en ese momento solo pensé en mi hijo de 4 años, mi esposa”, relata el militar.
Entrenado para actuar en este tipo de situaciones, Yilmar y sus compañeros tomaron posición de combate en una región en la que el conflicto armado ha estado vivo por más de 54 años, primero con la presencia de las Farc, luego con el Eln, que sigue activo en la zona bajo las órdenes de alias Pablito, y después con las disidencias del frente 10 de las Farc que no quisieron apostarle al Acuerdo de Paz.
“Nos encontrábamos prestando seguridad en el hospital Sarare donde hacía unos minutos habíamos llevado a un compañero herido. Me regresaba hacia la moto porque pertenezco a la motorizada cuando sentí el impacto en el casco. Veía borroso”, recuerda el soldado Guapacho, quien agregó que en el momento del impacto solo pensó en su hijo, en su madre, sus hermanas y en su esposa, y agregó que gracias a Dios llevaba puesto el casco blindado.
El general Mauricio José Zabala Cardona, comandante de la Octava División del Ejército, indicó que el soldado no perdió la vida gracias a la disciplina, consagración y compromiso que tiene con la población civil, “a pesar de las altas temperaturas, de lo duro del territorio, este soldado en forma disciplinada mantuvo sus elementos de protección y evitó que su vida no se hubiera visto comprometida en esta oportunidad”.
Las primeras versiones de los investigadores del Ejército señalan que el disparo se hizo desde un barrio conocido como la Invasión, ubicado al frente del hospital, desde donde se realizó el atentado. Según las fuentes militares, no fue capturado el autor del ataque porque al parecer huyó en una motocicleta.