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Una noche pasada por sismos tuvo en vela y con susto a las poblaciones del noroccidente del país, pasando por Antioquia, Santander y departamentos colindantes con el mar Caribe, como el Cesar. El más fuerte de estos fue de 6.6 grados con una profundidad de menos de 30 kilómetros y ocurrió sobre las 10 de la noche.
La noticia se regó como pólvora y las redes sociales –como en otras emergencias– sirvieron de caja de resonancia de los testigos. Según el Servicio Geológico Colombiano, los movimientos telúricos del miércoles ocurrieron entre las 05:56 de la mañana y las 10:14 de la noche y tuvieron como epicentro a Zapatoca y Los Santos (Santander), Cañasgordas (Antioquia), Valledupar (Cesar) y el mar Caribe, en donde ocurrieron sismos de 4.6 y de 6.6 grados a menos de 30 kilómetros de profundidad.
Si bien el miedo a que se presentara un tsunami preocupaba a los habitantes de esa zona, la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD) y la Dirección General Marítima informaron que no había amenaza de que pasara.
¿Y eso por qué pasa tanto?
Lo primero por decir es que los términos “sismo” y “terremoto” son sinónimos y no categorías distintas de movimientos telúricos en el que el primero es de menos impacto que el segundo.
Así lo explica el geólogo y doctor en Ciencias de la Tierra de la Universidad de California, Germán Prieto, quien explica que “en geología se habla siempre de terremotos y los sismos son lo mismo. Solo que en la cultura popular se asume que son conceptos y eventos diferentes”.
Según datos del Servicio Geológico Colombiano, en lo corrido de 2023 han ocurrido 350 eventos en diferentes zonas del país. Marzo ha sido el mes que más ha reportado, con 116, seguido por abril con 92, mayo con 74, febrero con 45 y enero con 23 (ver gráfico). El más fuerte, hasta ahora, fue el de 6.6 grados que se presentó este miércoles en el mar Caribe.
Ante esto, la pregunta que más se repite entre los curiosos e inexpertos es: “¿por qué está temblando tanto?”. La respuesta es más obvia de lo que parece y la explica el geólogo Prieto: “No es que haya habido más terremotos en los últimos meses, años y décadas comparado con anteriores, pues hace 100 años ocurrían la misma cantidad, pero no había la rapidez de información que existe hoy ni tampoco hay datos que muestren que ahora tiembla más que antes”.
Twitter, Instagram, Tik Tok hablan y muestran más rápido esos eventos que cualquier medio de comunicación grande o pequeño. Sin contar, como dice Prieto, que “nuestras comunicaciones para informar de esos eventos son más rápidas”. “Si uno mira en el largo tiempo, ha habido varios terremotos en los últimos 10 años de magnitud 6 grados”, agrega.
Colombia es un país sísmico
El Servicio Geológico explica que el país es “sísmicamente muy activo” por las placas tectónicas que están en contacto y que generan sismos, principalmente, en las costas y alrededor de las cordilleras. Esto genera que haya 2.500 sismos al mes (casi tres por hora) pero, explica el SGC, la mayoría no son de magnitud ni de intensidad relevantes y por eso “muchos de ellos ni siquiera los sentimos”.
Prieto agrega a esta explicación que “Colombia está ubicada en el borde de tres placas tectónicas”. Estas son la del norte (Caribe), la del sur (suramericana) y la del pacífico (Nazca), en donde “se concentran muchos terremotos que hacen que tengamos fuerte actividad sísmica, lo cual nos obliga a estar preparados ante un evento de estos”, que, como cualquier fenómeno natural, es imposible de predecir.
¿Estamos preparados para uno?
Con la duda aclarada de por qué “tiembla tanto”, la pregunta más importante y que puede jugar un papel fundamental a la hora de salvar vidas es si la infraestructura en las zonas urbanas y rurales están preparadas para un movimiento telúrico de gran magnitud: uno como el de marzo pasado en Turquía de 7.8 grados de magnitud.
El director de la maestría en ingeniería civil de la Universidad Javeriana, Federico Núñez, expresa que en el país “contamos con el código de construcción sismoresistente, que es nuestra carta magna para la construcción”.
El especialista en ingeniería civil sísmica y estructuras de la Universidad de los Andes, Daniel Ruiz, y la investigadora Natalia Barrera, indican que esas normas no son garantía de “que la infraestructura de las ciudades sea segura ante terremotos”, para lo cual se debe revisar las construcciones de antes de 1984 –cuando se expidieron las primeras reglas de construcción– para garantizar “el cumplimiento actual de las normativas”.
“El objetivo de esas normas es que la estructura de una construcción pueda tener daños, pero sean controlados para que las personas puedan salir con vida”, añade Núñez.
En cuanto a la infraestructura en las zonas rurales, los dos coinciden en que allí es donde debe estar la atención por la poca vigilancia de las construcciones y las edificaciones informales. Con este panorama “es evidente que hay un riesgo de que se cometan errores que incrementen la vulnerabilidad de las edificaciones en esas zonas”, enfatizó Ruiz.
Alerta de Google que anticiparía temblores
En marzo, cuando se presentó un temblor de 5,9 grados en Los Santos (Santander), a varias personas les llegó una alerta que Google les envió al celular anticipando el movimiento telúrico. Aunque lo expertos insisten en que no es posible anticipar un terremoto, esa empresa dice que “el sistema de alertas de terremotos de Android es un servicio gratuito que detecta terremotos en todo el mundo y puede alertar a los usuarios de Android antes de que comience el temblor”.
Esta alerta solo está disponible en los celulares con sistema operativo Android y puede instalarla de la siguiente manera: ir a la configuración del teléfono, ingresar en “seguridad y emergencia” y luego entrar a “alertas de terremotos”. Si no halla “seguridad y emergencia”, presione “ubicación” y luego “avanzada” para activar “alertas de terremotos”.
Periodista con cinco años de experiencia en medios de comunicación.