Henry Castellanos Garzón, alias Romaña, famoso disidente y excomandante de las extintas Farc que se hizo famoso por las pescas milagrosas, fue asesinado en Venezuela a comienzos de diciembre de 2021. Detrás de la operación hubo un trabajo minucioso de inteligencia que incluyó labores de un supuesto mercenario infiltrado que hoy reclama porque supuestamente no le pagaron.
El infiltrado le contó a Revista Semana que por cerca de un año (entre 2020 y 2021) estuvo siguiendo muy de cerca a Castellanos, ganándose su confianza mientras se hacía pasar por narcotraficante, cuando en realidad trabajaba para la CIA, la DEA y el Grupo Antiterrorista de la Policía nacional (GRATE).
Le hizo creer que iba a enviar un avión con cocaína hacia Surinam y logró suficiente cercanía como para que este le autorizara a tomarle una foto.
La razón por la que el retrato es importante es que los estadounidenses que lo acribillaron necesitaba la señal en el momento justo en que estuviera en el lugar preciso para dispararle. Este sitio era una pista de avión de donde supuestamente saldría la droga.
Poniendo los dedos en forma de V, con el signo de paz, posó alias Romaña, contento. “¿Por qué se hizo esa foto? Se mandó a un número de Italia que era mi contacto para que autorizara la plata y terminar la supuesta negociación que estábamos haciendo. Él se dejó tomar la foto, pero como a la hora me dijo: ‘¿Por qué me tomaste la foto?’ Le dije: ‘Tranquilo, era para que vieran que de verdad estamos tratando con Romaña’. Pero realmente fue enviada a Italia y de Italia fue enviada a Colombia”, le dijo a Semana el infiltrado.
Él le había avisado a una persona en Italia que le enviaría la foto dos días antes y que cuando le llegara, la reenviara a Colombia. “¿Si me entiende? Y el número de Colombia ya aseguraba que nosotros ya estábamos con Romaña, ya se estaba haciendo la operación”, contó el infiltrado.
De esa forma se dio la luz verde para el ataque contra el disidente, en el que también murieron otros como alias Pipiolo, alias Barbas, y otras personas presentes. Llama la atención que el infiltrado habla de que también murieron dos mujeres y un indígena.
Por su parte, la Policía se pronunció, señalando que la la Dirección de Investigación Criminal e Interpol de la institución “no tiene ninguna clase de relación o intervención en el evento narrado en el artículo en mención”. Además, anotó que “no se realizó ninguna clase de coordinación o actividad con alguna persona o grupo, como se indica en ese medio de comunicación. Adicional a ello, en las bases de datos no se registra ningún pago o giro de dinero por este concepto”.