Tras 12 años de espera, Javier Cadavid por fin recobró ayer su libertad gracias a una decisión de la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) que le permite continuar su proceso penal en libertad condicional. Una libertad que aprovechará para demostrar la inocencia que ha defendido durante los 12 años que estuvo tras las rejas por un delito que no cometió.
En medio de abrazos, lágrimas de emoción y risas de una felicidad que no pueden explicar con palabras, Cadavid se reencontró a la salida de la cárcel de Itagüí, con su esposa, sus hijos, su nieto, varios hermanos, cuñados y otros familiares.
El hombre, de 64 años, volvió a su hogar tras realizarse un examen médico que estaba pendiente desde el viernes por parte del Instituto Nacional Penitenciario (Inpec), entidad que además esperaba la documentación necesaria, para así hacer oficial su salida.
A las 4 p.m., Cadavid les dio la noticia a sus familiares de que por fin le habían hecho el chequeo y que estaba ad portas de salir del penal, momento en el cual su familia se desplazó a Itagüí para darle la bienvenida a la libertad. La familia había acudido a la JEP, en agosto pasado, como el último recurso para cesar con los años de injusticia.
Cadavid había sido condenado en 2009 a 23 años de prisión por los delitos de extorsión agravada y enriquecimiento ilícito, señalado de tener relación con el frente 47 de las extintas Farc. Un malentendido lo puso en esa situación: era un próspero comerciante de Puerto Venus, corregimiento de Nariño (Oriente antioqueño) y prestaba su cuenta bancaria para que personas del pueblo consignaran y reclamaran dineros. A esa cuenta también llegó plata de las extorsiones de las Farc.
Desde entonces, ha librado una lucha para que la justicia declare su inocencia, la misma que exguerrilleros como alias Karina han ratificado en varias ocasiones. Ahora, se dedicará a recuperar la vida al lado de sus seres queridos y a que se le declare su inocencia