El pasado viernes 25 de junio se presentó en Medellín el resultado del segundo informe “Rompiendo Moldes”, liderado por varias organizaciones territoriales, y el cual, ligado a la campaña “Parece normal pero es violencia”, busca ayudar a comprender los imaginarios que justifican distintas violencias hacia las mujeres en la juventud colombiana, enfocándose en Bogotá, Buenaventura, Cartagena, Guachené, Medellín y Popayán.
“Asuntos como la toma de decisiones, el derecho a la ciudad, autonomía a la hora de ejercer la sexualidad, roles de género, estereotipos, así como los imaginarios asociados a la ‘buena mujer’, hicieron parte de las exploraciones de la investigación”, se lee en el comunicado que emitieron desde el conjunto de organizaciones.
Todos los comportamientos que captaron los hicieron con base en métodos tanto cuantitativos como cualitativos: hubo revisión documental, grupos focales y encuestas que se hicieron a 722 jóvenes entre los 15 y 25 años de estas seis localidades, los cuales respondieron 127 preguntas relacionadas.
Uno de los principales hallazgos del estudio “Rompiendo Moldes”, que tuvo su lanzamiento virtual y nacional el pasado 8 de junio, fue que en esos territorios, el 81,3 % de personas encuestadas consideran que hay desigualdad entre hombres y mujeres en el acceso a sus derechos, siendo las mujeres las que más lo ven así. En el caso de Medellín, esta fue la tercera ciudad en el que hubo más reconocimiento de esta desigualdad, con un 89,8 %, estando varios puntos porcentuales por encima de la cifra nacional.
En cuanto a la pregunta de si la situación de las mujeres es igual, peor o mejor que la de los hombres frente participación en espacios de toma de decisiones, los hombres encuestados en su mayoría, con un 56,2 %, dijeron que es igual; mientras que las mujeres votaron que la situación es peor, con un 41,1 %.
Otro dato relevante que encontraron en el estudio es que a mayor nivel de escolaridad es mayor la conciencia que están teniendo muchas personas en estos aspectos. Para hablar de roles tradicionales, imaginarios que se justifican, lenguaje no sexista y demás violencias de género contenidas en el informe, EL COLOMBIANO habló con Yirleni Melguizo, integrante del grupo de mujeres Corporación Con-Vivamos, quien estuvo en la actividad en Medellín realizada en la Casa de la Cultura Popular de la carrera 43.
¿Qué se presentó en Medellín?
Primero mencionar que la campaña “Parece normal pero es violencia” comenzó en 2018. En cada territorio tiene una dinámica de acuerdo a su contexto, y está ubicada en Popayán, Guachené, Buenaventura, Bogotá y Medellín. El informe “Rompiendo Moldes” recoge algunas categorías que van en respuesta en jóvenes de 15 a 25 años. Se tiene muy presente el tema de los imaginarios y normales sociales, que es lo que quiere comunicar el informe. Se parte con esa necesidad de cuáles son esos hallazgos más importantes que se encuentran; o esos imaginarios que más son justificados en las vidas cotidianas de los jóvenes hombres y mujeres en sus contextos familiares, educativos, sociales, políticos.
Acá en la ciudad de Medellín se logra todo un recorrido en las comunas e inclusive en corregimientos. Se lograron encuestar a alrededor de 137 jóvenes, y encontramos ciertas importancias en algunas de las consignas que se dan en este informe.
¿Cuál es el objetivo de este informe?
Es visibilizar los imaginarios machistas con los que cotidianamente se relacionan los jóvenes hombres y mujeres en sus contextos cotidianos, y que desde allí se comiencen a desnaturalizar ese tipo de comportamientos, teniendo la reflexión para la acción hacia la transformación, de la desnaturalización de todo tipo de imaginarios que cosifican acosan, violentan y justifican las violencias machistas.
¿Qué de distinto encontraron en este último, a diferencia de campañas pasadas?
Se ha tenido muy presente en campañas anteriores el tema de prevención de violencias. Acá se hizo desde lo cotidiano, desde los imaginarios que siempre son sutiles pero que se empiezan a cargar de una forma justificable para las violencias machistas. Eso está desde cómo nos relacionamos con el otro y la otra. Entonces, en esta campaña, por ejemplo, tocamos el tema de cuántos de sus amigos creen que las mujeres deben ser madres, siendo ese un imaginario totalmente machista impuesto por una sociedad patriarcal.
Estas violencias no se dan solo en jóvenes, ¿verdad?
Es importante mencionar que los imaginarios se han reproducido más en la juventud por las dinámicas que tenemos, pero que esto viene desde los hogares. Es decir, hay una reproducción de acuerdo a cada contexto, y vienen de generación en generación. Al las familias tener referentes, eso se reproduce. Una de las poblaciones más afectadas es de niñas hasta mujeres. Esto afecta a niños, hombres, jóvenes, adultas, solo que la encuesta se enfoca en juventud.
Ustedes en el informe resaltan una educación desde la infancia...
Allí también estamos intentando, con las piezas gráficas que hacemos, tener en cuenta el lenguaje no sexista, porque eso nos va a permitir a nosotras esa puerta desde los medios de comunicación, siendo estos algo tan fácil para la gente tener: la televisión, la radio, los periódicos. Este informe pretende educar desde ese lenguaje no sexista, en niñas, jóvenes, adultos, medios alternativos, locales, tradicionales.
¿Qué encontraron en el lenguaje no sexista?
Nos referimos a las cosas más tradicionales que tenemos. Cuando se es niño y niña, desde la casa nos han enseñado a que el niño se le da el azul y a la niña el rosado. Queremos que los medios de comunicación, con el tema de feminicidios, no justifiquen las violencias contra las mujeres, porque muchos medios de comunicación lo que ponen en el titular es “La mató por celos”. Eso implica que se está justificando la violencia hacia las mujeres. Hacemos el llamado a los medios de comunicación de informar de una forma asertiva en la que no se revictimice a la mujer. Y que desde los hogares empiecen unas jornadas de prácticas con niños y niñas, diferentes a las que tradicionalmente nos hemos sometido: que es que la mujer es de la casa y el hombre es de la calle.
¿Qué se hizo el pasado viernes en Medellín?
Se hizo el lanzamiento y la socialización del informe “Rompiendo Moldes” en la Casa Cultural del Popular. Tuvimos la participación de jóvenes hombres y mujeres que hicieron parte tanto del levantamiento de la información para la encuesta como de grupos focales que se desarrollaron en torno a la promoción de la campaña. Tuvimos el informe en físico y de algunas piezas que se tienen como parte del informe con lemas directamente de él.
¿Ya se hizo en otras partes?
Se hizo el lanzamiento a nivel nacional, se puede encontrar el lanzamiento virtual en la página de la campaña “Parece normal pero es violencia”. Y en las otras ciudades no se ha lanzado todavía, Medellín fue la primera en lanzar el informe territorialmente.
El informe se hizo con muchas manos. ¿Quiénes estuvieron detrás de esto en la ciudad y a nivel nacional?
A nivel nacional algunos de los que estuvieron fueron Oxfam Colombia, la Asociación Santa Rita para la Educación y la Promoción (Funsarep), y el Centro de Formación y Empoderamiento para la Mujer “Ambulua”.
Y en Medellín, como principal estuvo la Corporación Con-Vivamos, ubicada en la Comuna 1. También hicieron parte procesos juveniles que ha venido acompañando la corporación hace algún tiempo, y jóvenes que se han venido articulando de actividades a la corporación. También en la promoción de algunos que han estado en las veredas o en los corregimientos de Medellín como Altavista.