Javier Acosta fue un joven de 36 años que decidió realizarse la eutanasia, luego de padecer una enfermedad que acabó poco a poco con su salud, hasta llevarlo al punto de ponerle fin al sufrimiento por medio de esta intervención.
En 2019, Javier salió de paseo a Melgar, Tolima, con varios de sus amigos, sin pensar que en la piscina contrajera un peligroso hongo llamado Cándida auris, que inició en los glúteos y le avanzó a los huesos hasta provocarle un cáncer en la sangre. La enfermedad lo llevó a tal punto de no poder soportar los dolores que le provocaba en todo el cuerpo.
Lea también: La larga batalla de Javier Acosta con Candida auris: cómo es el hongo que contrajo el joven en una piscina en Melgar
Acosta, un fiel hincha de Millonarios, dijo en una entrevista con Los 40 que él intentó por todos los medios sanar su cuerpo, pero fue en vano. También habló sobre su hija.
“Mi hija me dijo que prefiere verme con ‘papito Dios’ a que estuviera sufriendo en una cama. Imagínese la madurez de mi hija”, dijo Acosta mientras recordaba.
“El motivo más grande de elegir la eutanasia fue Valentina (su hija), porque yo no puedo permitir que por mi egoísmo y quedarme en esta vida sufriendo, hacer que mi hija pierda su niñez, su infancia y juventud por cuidar al papá que no se puede mover. Yo ya he vivido, viví al extremo. Valentina merece una vida bonita al lado de mi familia”, puntualizó.