Comisionado de Paz afirma que no ha sido blando con las disidencias

Al funcionario lo criticaron por una carta enviada a “Iván Mordisco”, en la que le insiste que no rompa los acercamientos de paz, a pesar de la matanza de cuatro indígenas.

Danilo Rueda, comisionado de Paz, insistió en el comienzo de diálogos con las disidencias de las Farc. FOTO: CARLOS ALBERTO VELÁSQUEZ.

El comisionado para la Paz, Danilo Rueda, se refirió a la reciente decisión del Gobierno de suspender parcialmente el cese bilateral al fuego con el Estado Mayor Central, la disidencia de las Farc, por el asesinato de cuatro menores indígenas en Putumayo.

El comisionado aseguró que, a pesar de la decisión de las partes, el Gobierno continúa insistiendo en comenzar de forma pronta los diálogos con el Estado Mayor Central.

“Tenemos unos canales de facilitación y mediación y esperamos que esta situación de crisis la podamos resolver para iniciar lo más pronto posible una mesa de conversaciones. Nosotros persistimos, insistimos, no hemos dejado un solo segundo de insistir en la importancia del diálogo, en el cumplimiento cabal del DIH para que puedan generarse confianzas en la sociedad colombiana de que este tipo de procesos van en serio”, expresó Rueda.

Respecto a las críticas que ha recibido por la carta que le envió a alias “Iván Mordisco” en la que le notificó la suspensión del cese al fuego en algunas regiones del país, y que fue interpretada por algunos sectores sociales como una súplica innecesaria, Rueda aseguró que no han sido blandos con el grupo armado.

“¿A ustedes les parece para un grupo armado decirles que la comisión de un crimen de guerra es repudiable, que eso es ser blando? ¿Les parece que decirles que cometen extorsiones, que cometen una serie de situaciones que han generado un clima contra la paz, es ser benévolo?”, expresó.

Y reiteró el comisionado: “O es más bien una actitud donde se exige una responsabilidad por esos hechos que están generando un ambiente nocivo para la paz, pero donde también se reconoce que hubo unos gestos que quizás el país no ha reconocido suficientemente en relación con la construcción de la paz”.

El funcionario manifestó que, aunque la población civil no lo vea, sí hubo una reducción en la violencia gracias a los ceses bilaterales.

“Esto es ires y venires, es un esfuerzo permanente y es un trabajo diario. Se cometen daños a la vida y la integridad de personas en los territorios y eso es un revés a la paz. Pero acabo de venir de una reunión con un organismo estatal, donde me presentaron los resultados del seguimiento a los ceses bilaterales y muestran varias cosas”, expresó Rueda.

Aseguró que se comprobó “una reducción de la violencia importante, una disminución sustancial de heridos y miembros de la Fuerza Pública que hayan muerto en relación de los combates, una reducción también de los asesinatos de líderes sociales y afirmantes de paz”.

Sin embargo, Rueda aseguró que cualquier acto de violencia en contra de la población civil, de la Fuerza Pública o de otros integrantes de los grupos armados son hechos que estropean la paz.

“Toda masacre, todo asesinato de un civil, de un policía, de cualquier integrante de la Fuerza Pública y también de cualquier persona que esté en armas contra el Estado es un revés a la paz. La paz se basa en la ética de la vida y la ética de la vida significa proteger la vida de todo el mundo, en particular de los civiles”, expresó Rueda.

De cinco ceses bilaterales que anunció el Gobierno en año nuevo, actualmente están rigiendo dos y medio. Frente a ese hecho, Rueda insistió que, a pesar de los errores, estos si han venido dando resultados.

“Vuelvo a insistir, hay una reducción sustancial de las muertes de miembros de la Fuerza Pública, de personas heridas, hay una reducción del asesinato de civiles, tanto líderes sociales como de firmantes de paz (...) para que ustedes verifiquen que hay un avance en medio del cese”, explicó Rueda.

Y concluyó: “Por supuesto que hay que corregir cosas. El cese de fuego no comprendió sino la reducción de la violencia, la protección de la vida e integridad. Si queremos avanzar en otros temas, como de las hostilidades, es necesario pasar a los escenarios dialógicos, que es el segundo paso de esta política de paz”.