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Así fue la odisea de mover petroglifo milenario hallado en obra en Itagüí

En la zona de trabajos del Metroplús se han hallado más de 5.000 piezas de valor arqueológico.

  • Así fue la odisea de mover petroglifo milenario hallado en obra en Itagüí
  • Así fue la odisea de mover petroglifo milenario hallado en obra en Itagüí
  • El momento más tensionante de la operación fue cuando la roca estuvo suspendida pues se temía que se fracturara. FOTO Jaime pérez.
    El momento más tensionante de la operación fue cuando la roca estuvo suspendida pues se temía que se fracturara. FOTO Jaime pérez.
  • Un arqueólogo revisa que no haya más inscripciones en la parte inferior de la roca. FOTO: Jaime Pérez.
    Un arqueólogo revisa que no haya más inscripciones en la parte inferior de la roca. FOTO: Jaime Pérez.
  • La roca fue trasladada al Parque de los Petroglifos del barrio El Rosario. Allí estará rodeada de otras nueve piedras con inscripciones milenarias. FOTO: Cortesía Alcaldía de Itagüí.
    La roca fue trasladada al Parque de los Petroglifos del barrio El Rosario. Allí estará rodeada de otras nueve piedras con inscripciones milenarias. FOTO: Cortesía Alcaldía de Itagüí.
Así fue la odisea de mover petroglifo milenario hallado en obra en Itagüí
01 de octubre de 2022
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No se sabía, en medio del aguacero y el rugido de la grúa que alzaba un enorme bloque, cuál de los presentes hacía más fuerza para que la maniobra no tuviera ningún contratiempo. Es que no era cualquier piedra la que se estaba moviendo, porque no todos los días se encuentra una roca sobre la que los antiguos pobladores de Itagüí tallaron dos misteriosas inscripciones hace casi dos milenios.

Mientras que doña Rosa Ochoa –visiblemente emocionada– le gritaba a la piedra “animándola” para que llegara a salvo a la plataforma de la grúa que la movía, un arqueólogo fruncía el ceño esperando que no hubiera más petroglifos debajo del pedrusco pues, de haberlos, se tendría que suspender la operación.

El momento más tensionante de la operación fue cuando la roca estuvo suspendida pues se temía que se fracturara. <b><span class=mln_uppercase_mln> </span></b>FOTO<b><span class=mln_uppercase_mln> Jaime pérez.</span></b>
El momento más tensionante de la operación fue cuando la roca estuvo suspendida pues se temía que se fracturara. FOTO Jaime pérez.

Pero sin duda, nadie hacía más empeños en mantener la concentración y terminar con éxito la maniobra que el operador Diego Palacios, quien solo esperaba que la piedra no se quebrara bajo su tutela.

Según los expertos los dos petroglifos reubicados en Itagüí –que datan entre 1.800 y 1.500 años de antigüedad– poseen un diseño diferente a los otros vistos en la zona. De hecho se asemeja más a los hallados en Guasca, en Cundinamarca, a más de 460 kilómetros de distancia.

“Eso implica muchas cosas, como que sea más antiguo o más reciente de lo que pensamos, o que incluso lo hayan hecho otras comunidades distintas a las establecidas por el sector, con todo lo que eso conlleva”, agregó el arqueólogo Juan Pablo Díez de la Corporación Sipah.

Un arqueólogo revisa que no haya más inscripciones en la parte inferior de la roca. FOTO: Jaime Pérez.
Un arqueólogo revisa que no haya más inscripciones en la parte inferior de la roca. FOTO: Jaime Pérez.

Infortunadamente, aparte de la fecha exacta tampoco se ha podido identificar cómo llegó la roca a ese punto. “Tenemos la teoría de que proviene de la ladera occidental de la quebrada Doña María, de lo que hoy son las inmediaciones del barrio Calatrava, porque el tipo de roca corresponde a las de esa zona”, agregó Díez.

El hallazgo también cobró relevancia pues ratifica la importancia que Itagüí tiene en materia arqueológica, ya que la roca trasladada se halló a casi un kilómetro de distancia de los otros nueve petroglifos que están ubicados en el parque Graciliano Arcila del barrio El Rosario.

Itagüí es el único municipio del Aburrá que tiene un lugar específico donde están estos elementos de arte rupestre. Y si bien en Envigado y Barbosa también hay petroglifos, son elementos aislados en el paisaje. Mientras que en ese espacio tenemos un conjunto de nueve que aún perviven pese al desarrollo urbanístico que posiblemente destruyó las demás. Y por eso hay que llevar esta roca al lugar apropiado para que su petroglifo esté en el mismo contexto.”, apuntó Díez.

La suerte estuvo echada

Y es que la roca de cerca de 80 centímetros de alto y casi 1,2 metros de ancho no solo es especial por las milenarias y misteriosas escrituras en forma de Q que a punta de cinceles de piedra talló la desconocida comunidad, sino porque su hallazgo estuvo mediado por la buena suerte.

“Estas inscripciones tienen marcas muy avanzadas pues servían y daban mensajes. Cada uno merece un estudio, cada uno es un libro”, agregó un vecino, entendido en temas arqueológicos.

De acuerdo con los expertos, si bien la ubicación original de la roca es desconocida, lo que sí se sabe –con base en los registros fotográficos de hace medio siglo– es que terminó integrada a la antigua canalización de la quebrada Doña María, sector en el que actualmente se realizan las obras del Metroplús en Itagüí.

Hasta julio de 2021 solo una parte de la peña sobresalía en la superficie. Sin embargo, para esas fechas las lluvias hicieron que el terreno a su alrededor se hundiera, haciendo visible la milenaria inscripción. Un día, el azar volvió a hacer de las suyas pues se cruzó en su camino Juan Carlos Quiroz quien, casualmente, había participado de unos talleres sobre arqueología de la Corporación Sipah.

Quiroz notó las extrañas letras y le dio aviso a la Alcaldía, a Metroplús y al Museo Graciliano Arcila Vélez quienes confirmaron el hallazgo y se encargaron de destinar recursos para conservarlo.

Desde entonces, los arqueólogos de la Corporación Sipah se dedicaron a cuidar la roca, a investigarla y a buscar la forma para que su presencia no obstruyera las obras. Por ello, más de un años después se decidió su traslado con la venia del Instituto Colombiano de Antropología.

La roca fue trasladada al Parque de los Petroglifos del barrio El Rosario. Allí estará rodeada de otras nueve piedras con inscripciones milenarias. FOTO: Cortesía Alcaldía de Itagüí.
La roca fue trasladada al Parque de los Petroglifos del barrio El Rosario. Allí estará rodeada de otras nueve piedras con inscripciones milenarias. FOTO: Cortesía Alcaldía de Itagüí.

“Muchas veces se generan retrasos en las obras, precisamente porque se hacen con rigurosidad las actividades que se requieren para la protección del patrimonio arqueológico encontrado en nuestros proyectos”, indicó Jaime Garzón, gerente de Metroplús.

Aparte del petroglifo, en las excavaciones que se han hecho durante las obras del tramo que va desde el Parque del Artista hasta el centro del municipio se han encontrado dos sitios arqueológicos.

En ambos se han hallado cerca de 5.000 objetos de diferentes materias primas así como un tanque industrial del siglo XIX de valor patrimonial por su arquitectura. Tras su estudio y análisis, se espera que los elementos sean exhibidos en una sala de arqueología del nuevo Teatro Caribe.

Por ahora, los profesionales de la Corporación Sipah se centran en hallar más elementos arqueológicos en los antiguos predios de Curtimbres, aunque la sorpresa podría darse en cualquier punto de las obras. Ojalá no haya que esperar otro siglo para volver a recibir una buena noticia y en la que no se tenga que hacer tanta fuerza para su final feliz.

5.000
objetos arqueológicos han sido hallados en Itagüí en las obras del Metroplús.
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