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Saldo negativo en homicidios en 52 municipios de Antioquia

Oriente y Suroeste son las subregiones más afectadas, hay intervenciones con apoyo nacional para combatir a los grupos de crimen organizado.

  • En Itagüí, uno de los tres municipios del Valle de Aburrá con incremento de homicidios, las autoridades aumentaron el pie de fuerza policial. FOTO: JAIME PÉREZ.
    En Itagüí, uno de los tres municipios del Valle de Aburrá con incremento de homicidios, las autoridades aumentaron el pie de fuerza policial. FOTO: JAIME PÉREZ.
Saldo negativo en homicidios en 52 municipios de Antioquia
18 de noviembre de 2020
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33,6%
es la reducción de asesinatos en Occidente, la región con mejor índice (Gobernación).

De los 125 municipios antioqueños, 52 enfrentan serios problemas de inseguridad ciudadana. Algunos tienen síntomas más graves y otros menos, pero esos pueblos, que representan el 41,6 % del departamento, registran índices de homicidios en rojo.

EL COLOMBIANO conoció el reporte mensual de este indicador, realizado por la Secretaría de Gobierno regional y la Policía, según el cual, con corte al 4 de noviembre, este año se han presentado 1.662 asesinatos en el territorio; en el mismo lapso de 2019 iban 1.965, lo que implica una reducción del 15,4%.

Aunque en términos generales el departamento tiene una tendencia positiva, de las nueve subregiones hay dos que no dejan dormir tranquilas ni a las autoridades ni a sus habitantes: el Suroeste presenta un incremento del 47,9 %, ya que en 2020 van 241 casos, mientras que en la anterior anualidad iban 163.

En esta importante zona, 16 municipios están en saldo negativo y algunos de ellos en situación crítica, como Urrao y Ciudad Bolívar, donde las bandas de narcotraficantes nativas y forasteras son señaladas como las principales responsables del derramamiento de sangre.

La otra subregión que va perdiendo el año en materia de homicidios es el Oriente, en el que 13 localidades superaron las cifras de 2019, sin importar el aislamiento social que trajo la pandemia de la covid-19 en el primer semestre.

De esas poblaciones, El Carmen de Viboral está en la lupa de los investigadores, pues la disputa entre criminales por las plazas de vicio y las veredas para la instalación de laboratorios de cocaína tiene de cabezas el orden público.

En la infografía que acompaña este artículo periodístico, se aprecian los 52 municipios y la estadística relacionada, así como los contextos en los cuales sucede la violencia.

Tareas de las autoridades

Fue justamente en El Carmen de Viboral donde se realizó el más reciente consejo de seguridad con el ministro de Defensa, Carlos Holmes Trujillo, y la cúpula de las FF.MM. y de Policía, el pasado 7 de noviembre. Allí se prometió fortalecer el pie de fuerza local, enviando dos oficiales y 10 policías para aumentar los cuadrantes de vigilancia.

De la misma manera, Trujillo anunció que otros 40 uniformados serían distribuidos en el Oriente, para mejorar las condiciones de seguridad.

Pero la promesa que causa más expectativa es la de declarar a esta subregión como “zona libre de cultivos ilícitos” antes del próximo 20 de diciembre. En la actualidad, según fuentes militares, hay cerca de 20 hectáreas de coca sembradas en los parajes de Argelia, Sonsón y Nariño.

Tras esa reunión, el gobernador Aníbal Gaviria destacó otro proyecto que será clave para la disminución de los indicadores de homicidio en el departamento: “Un gran centro de monitoreo y de tecnología, con un valor cercano a los $500 millones”.

En diálogo con EL COLOMBIANO, el general Juan Carlos Ramírez, comandante de la Séptima División del Ejército, comentó ayer que esta misma semana se oficializará el lanzamiento de una compañía especial antinarcóticos para el Oriente, con componentes militares, policiales y de la Fuerza Aérea, “que dispondrá aeronaves para hacer inteligencia y detectar los cultivos ilegales y los laboratorios de droga desde el aire”.

En lo que respecta al Suroeste, el coronel Jorge Cabra, comandante de la Policía Antioquia, expuso que el pie de fuerza creció en un 60 % para atender los problemas cotidianos y la coyuntura del Plan Cosecha Cafetera, al tiempo que se han ejecutado 17 operaciones contra el crimen y se han golpeado a cuatro bandas de narcotraficantes asociados con el clan del Golfo.

Ramírez detalló que en Urrao, uno de los pueblos flagelados por la inseguridad, “tenemos a las tropas bloqueando los corredores estratégicos, por eso el Eln no ha podido entrar”.

Esta guerrilla cuenta con intenciones de vieja data para ingresar a Urrao y retomar los sectores que antes dominaba el frente 34 de las antiguas Farc. Sus cuadrillas sostienen además una cruenta disputa con el clan del Golfo en el sur de Chocó, el otro extremo del corredor que pasa por los montes de Urrao.

El alto oficial argumentó que, para finalizar el 2020 con mejores resultados en la reducción de asesinatos, “la clave estará en el trabajo interagencial. Nosotros seguimos apoyando a la Policía y la Fiscalía en sus vigilancias y operativos, sobre todo los que buscan desmantelar las redes del crimen organizado”.

Un problema global

Analizando las causas de la violencia en los 52 municipios reseñados, de acuerdo con las autoridades, el tráfico local de estupefacientes y la disputa entre bandas por el dominio de las plazas de vicio aparecen como las causas más repetidas de los homicidios.

El historiador y analista del conflicto armado, Darío Acevedo, opinó que “el microtráfico es una expresión, en el mínimo plano (barrios y veredas), de lo que está ocurriendo a nivel nacional y transnacional”.

En esa línea, más allá de las acciones focalizadas, “se requiere más persistencia en las estrategias para la reducción general de los cultivos ilícitos en Colombia, que abastecen a esos municipios, y un compromiso de las naciones consumidoras, como EE. UU. y Europa, para que su sociedad no estimule la producción de narcóticos en nuestro país”.

El experto concluyó que, en la medida en que se afecte el negocio global, se irá impactando a su vez la venta y el consumo local de estupefacientes.

La esperanza está en que dentro de un mes, cuando vuelvan a reunirse las distintas instituciones para estudiar el comportamiento de los homicidios, la lista de 52 poblaciones con saldo rojo se haya disminuido. Y así, que la mayoría de antioqueños puedan despedir este pandémico 2020 con algo de paz.

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localidades del Valle de Aburrá tienen saldo negativo: Itagüí, Barbosa y Envigado.
Infográfico
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