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En octubre de 2009, Medellín estaba llegando a su pico de violencia en el siglo XXI, por una guerra entre bandas ilegales que la desangraba. Fue entonces cuando un pareja de jóvenes propuso una idea que, para ese momento, sonaba imposible: celebrar un día sin homicidios.
La iniciativa, liderada por la comunicadora social Betsy Valencia y el administrador de empresas Francisco Hernández, comenzó a tomar vuelo por Facebook. Medellín sumaba 1.617 asesinatos y las comunas estaban al rojo vivo, pero la Fuerza Pública y las organizaciones civiles se comprometieron a hacer lo que estuviera a su alcance.
Los violentos no captaron el mensaje y el 23 de octubre de 2009, el día señalado para que no hubiese asesinatos en la metrópoli, mataron a ocho personas. La iniciativa se disolvió, pero quedó en el aire el deseo ciudadano de disfrutar de una jornada sin muertes.
Esta semana la alcaldía anunció que se registraron 100 días no consecutivos sin asesinatos, en lo que va de 2020. Esto implica que, durante una década, la sociedad medellinense recorrió un camino que cada vez más la acerca a un clima de paz, al menos en lo que a homicidios se refiere.
De acuerdo con el Sistema de Información para la Seguridad y Convivencia (Sisc), en 2010 no hubo ni un solo día sin asesinatos; en 2013 fueron 37, en 2016 se alcanzaron los 95, y en 2019 fueron 91.
El secretario de Seguridad de Medellín, general (r) José Acevedo, celebró lo ocurrido, argumentando que es la primera vez que se alcanza esta cifra (por lo menos en este siglo) y que este resultado no solo impactó a la capital antioqueña, sino a otros territorios.
“En el área metropolitana la reducción es de 226 homicidios (comparado con el mismo periodo de 2019), de esos el 87 % de disminución lo aporta Medellín; en Antioquia, la merma es de 323 homicidios y el 61 % es por Medellín. Si sumamos las 32 capitales de Colombia, la reducción es de 240 casos, y de esos nosotros aportamos el 82 % de la disminución”, explicó.
Acevedo enfatizó que este logro no solo se debe al aislamiento social que produjo la pandemia, sino también a la labor de las autoridades. “Seguimos trabajando con nuestra Fuerza Pública y organismos de justicia, en operaciones contra el crimen que han dado resultados contundentes”, dijo.
Además de estos dos factores, también hay que sumar un acuerdo de no agresión entre bandas delincuenciales, que los cabecillas pactaron en las cárceles en el segundo semestre de 2019, y que sigue vigente, según fuentes judiciales. Esta negociación enfrió varios conflictos entre combos, que afectaban especialmente a San Javier, Robledo y Altavista.
Por fuera de ese acuerdo quedaron varios grupos de Bello, por lo que en dicho municipio se siguen presentando disputas armadas de combos.
Carlos Arcila, director de la Corporación Humanitaria Justicia al Derecho, opinó que para mantener la buena racha en la reapertura social, tras el encierro por la covid-19, se requiere que las autoridades se concentren en tres aspectos de la seguridad.
Primero, incrementar el ataque a la finanzas legales e ilegales de las bandas, “porque de lo contrario se repite el ciclo: captura, reemplazo y violencia, y así”.
Segundo, operaciones estructurales de la Fuerza Pública y coordinadas con Fiscalía, para desmantelar al crimen organizado a corto, mediano y largo plazo; tercero, proteger a la niñez del reclutamiento ilegal, y también a los inmigrantes extranjeros, que son más vulnerables a ser instrumentalizados por la delincuencia.
Por su parte, el defensor de DD.HH. de Medellín, Jorge Carmona, propuso que la administración municipal debe seguir promoviendo el autocuidado en la pandemia, “esto ha demostrado que si somos juiciosos, vamos a evitar el contagio y proteger vidas. El estar de una u otra manera confinados, funciona para prevenir más muertes”.
Asimismo, la Alcaldía debe concentrarse al máximo en la generación de empleos y proyectos productivos. A su juicio, “miles de habitantes afrontan una crisis económica miedosa, hay que buscar que los jóvenes de Medellín estén ocupados en oficios pacíficos, para que se puedan disminuir los homicidios. Si esto no sucede, habrá un rebrote de la violencia”.