Un conductor de tractomula fue capturado por las autoridades y enviado a la cárcel, tras haber sido señalado de contratar a una organización de sicarios para asesinar a su exnovia en el municipio antioqueño de Itagüí.
El crimen en cuestión ocurrió el 18 de julio de 2018, en el barrio Triana, y la víctima fue Francy Milena Velásquez Vargas. La mujer de 32 años, empleada de una óptica, salió a las 5:15 a.m. de su casa rumbo al trabajo, pero a las pocas cuadras fue sorprendida por un sicario motorizado, quien le disparó en la cabeza.
En ese momento, una de las hipótesis de las autoridades apuntaba a la expareja de Francy, luego de una complicada relación afectiva que terminó por problemas de maltrato.
El caso empezó a esclarecerse en septiembre de ese año, cuando la Dijín de la Policía y la Dirección de Fiscalías contra la Criminalidad Organizada ejecutaron la primera fase de una operación contra “la Oficina de Laureles”, una banda de mercenarios radicada en el occidente de Medellín, especializada en matar personas a cambio de dinero en distintas ciudades del país y del exterior.
En dicha fase arrestaron a ocho presuntos miembros del grupo; y en la segunda, realizada el mes pasado, cayeron otros siete. En las investigaciones se determinó que habrían participado en por los menos 12 asesinatos en el Valle de Aburrá, Barranquilla, Montería, Centroamérica y Europa. Y que además de matar, se dedican a las extorsiones y tráfico de drogas en los barrios Laureles y Lorena, en la capital antioqueña.
TAMBIÉN PUEDES LEER: Oficina de sicarios dejó su huella en Laureles.
Respecto al homicidio de la mujer, la Fiscalía informó este viernes que, como presunto determinador del crimen, fue judicializado su expareja Daimer Alexánder Guisao Salas.
“Los investigadores establecieron que Guisao Salas, conductor de un tracto camión, habría pagado 7 millones de pesos a una estructura criminal conocida como la Oficina de Laureles, para que perpetrara el homicidio”, dice el comunicado del ente acusador.
Y añade: “Por los mismos hechos también fue asegurado Edwin Albeiro Orrego Corrales, conductor de una ambulancia, quien habría actuado como enlace entre el autor intelectual y los pistoleros”.
Los delincuentes le hicieron seguimiento a la mujer durante una semana y el autor material fue el sicario Santiago Lopera Restrepo, alias “Santy”, quien realizó un preacuerdo con la Fiscalía y pagará 22 años de cárcel.
En virtud de ese pacto con las autoridades, que le significó una rebaja en la pena, se obtuvo la información que llevó a la cárcel al camionero Guisao y a su supuesto compinche Orrego.