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Como una evidencia del desarrollo de la ciencia y la investigación, la Superintendencia de Industria y Comercio otorgó el reconocimiento de siete nuevas patentes a la Universidad de Medellín. Los inventos certificados van desde espacios para campamentos temporales, hasta herramientas para la cocina de un hogar.
En los siete, desarrollados conjuntamente entre estudiantes y profesores investigadores registrados en Colciencias, la universidad invirtió más de 310 millones de pesos.
Uno de ellos es una cubierta que se puede armar en tan solo dos horas, cubre 30 metros cuadrados y tiene paneles solares para su iluminación y servicio de energía. Según el claustro, los investigadores se basaron en bocetos y dibujos de Leonardo da Vinci para crear esta especie de campamento.
Otro es un sistema de refuerzo, que funciona como muro de contención, con neumáticos usados y podría servir en zonas de erosión como el Urabá, o para reforzar algunas vías inestables. Por otro lado, la U. de M. presentó un método para crear paneles de madera con fragmentos reciclados de icopor.
El sistema colector de partículas de polvo, que no genera vertimientos y puede adaptarse a equipos de pulido de suelos, es otro de los inventos patentados, al igual que un módulo portátil que puede ubicarse en calles de la ciudad, y sirve para cargar celulares con energía solar, a la vez que mide la contaminación ambiental de la zona.
Por último, la universidad informó sobre dos patentes conjuntas: una por un software y tableta que permite conocer el estado de quemadores de una estufa y encenderlos o apagarlos manipulando las perillas remotamente, mientras que la otra consiste en sensores que permiten detectar fugas de gas.
El claustro manifestó que, además de ayudar en la búsqueda de mejores posiciones en ránquines internacionales, las patentes contribuyen en “la responsabilidad como instituciones de formación superior de aportar conocimiento relevante que permita desarrollar estrategias y productos que brinden soluciones a la sociedad”.
En octubre de 2017, la Superindustria también les concedió la patente por la invención de un dispositivo que acelera la elaboración de ladrillos ecológicos, lo que baja el costo de construcción de viviendas para familias de escasos recursos.