“Es necesario exponer el derroche de agua que hacen varios lavaderos de carros en la ciudad, en especial en esta época donde el Fenómeno de El Niño afecta al país”, le escribió el lector Juan Hernández a EL COLOMBIANO para denunciar una mala práctica que se ve en diferentes sectores de Medellín.
Jimmy Jeison Montoya todavía no comprende bien porque cuando hay épocas de sequía, como la actual, a ellos, el gremio de lavaderos de carros, se les señala y sindica como responsables del derroche de agua.
Desde hace ocho años, este hombre que ha acatado las reglas tal y como están consignadas por las autoridades, administra dos lavaderos, uno en la avenida Guayabal y otro en la Nutibara. Funciona en un establecimiento legal y bajo los parámetros de la Cámara de Comercio, como lo exigen las autoridades.
No obstante y durante estos días calurosos en los que de parte del Gobierno Nacional se ha insistido en el ahorro de agua por un posible racionamiento, además de los ciudadanos del común, los lavaderos son señalados como los “grandes” malgastadores del líquido vital, pero Montoya sale en defensa de los que se han preocupado por cumplir con todas las exigencias.
“Lo primero que tiene que hacer el gobierno es un plan de choque y combatir primero a la gente que está lavando los carros en las calles. Hay varios barrios de Medellín en los que funcionan los lavaderos que gastan demasiada agua. Nosotros estamos bien estructurados con maquinaria para hacer uso óptimo del agua como hidrolavadoras, que generan un ahorro del 70 por ciento y la restante es impulsada a presión con un compresor”, señaló.
Y es que en su caso, con el servicio que prestan durante un mes, la facturación llega en promedio por 800 mil pesos. Sin embargo, en épocas secas como la que se vive en la actualidad, han llegado a sufrir incrementos casi hasta del 50 por ciento por el servicio de acueducto.
“A todos los trabajadores los estoy concientizando del uso del agua. Pero ya hay otro problema: ellos viven en los barrios altos y allá ya empezó el racionamiento. Y ahora el Gobierno nos quiere acomodar sanciones a nosotros, imagínese, estas personas no pueden trabajar, porque no podemos gastar agua y ellos tampoco pueden cocinar porque les están quitando el servicio y fuera de eso no van a tener sueldo para sostener a sus familias”, agregó.
Así mismo, pidió que el Gobierno supervise a las empresas químicas, textileras y mineras para saber cuánto consumen en agua y que también ejecuten medidas.
Lo que dice la ley
El Ministerio de Vivienda de Colombia determinó en 2015, a través de la Resolución 726 y en decisión conjunta con la Comisión de Regulación de Agua Potable (CRA), aplicar sanciones contra los usuarios que excedan en el consumo.
Estas multas serán impuestas en 26 departamentos del país de acuerdo a los consumos históricos y los metros sobre el nivel del mar en los que se encuentre la población.
Para este caso, Medellín que está sobre los 1.475 metros sobre el nivel del mar, lo que establece la resolución es que el consumo promedio de un hogar sea de 14 metros cúbicos al mes y el tope será hasta los 28 metros cúbicos por suscriptor en el mismo periodo.
Por su parte, Empresas Públicas de Medellín (EPM) informó a través de un comunicado que para establecimientos dedicados al lavado de carros el promedio de consumo de agua al mes es de 100 metros cúbicos de agua (100.000 litros).
De acuerdo con cifras del Ministerio de Vivienda y las autoridades responsables de regular el consumo del líquido, mensualmente en el país se imponen 70.000 sanciones por excesos en la utilización del servicio.
Control a informales
Las denuncias ciudadanas hechas en los últimos días han alertado a las autoridades municipales de Medellín sobre algunos lugares en los que, sin tener control, se desperdicia agua que es apta para el consumo humano y que podría ser utilizada en los ocho municipios que ya tiene racionamiento en Antioquia decretado por la fuerte sequía.
“Tenemos identificada una zona en especial que ha tenido muchas quejas: el barrio Trinidad (Barrio Antioquia), sobre todo por el lavado de buses. Aparentemente tenemos infracciones al Código de Tránsito, presuntas infracciones al Código de Policía y algunas denuncias informales acerca de la captación ilegal de fluidos por quienes hacen parte de estos lavaderos informales”, señaló el subsecretario de Gobierno de Medellín, Andrés Tobón.
El funcionario acotó que el próximo lunes se reunirán con otras autoridades para establecer planes especiales, verificar estos espacios y entablar un diálogo para llegar a un acuerdo con los responsables de estas actividades.
No obstante, señaló que en caso que no se cumpla, las únicas dos instituciones que pueden hacer algo al respecto son: EPM haciendo una denuncia formal ante la Fiscalía por el robo de fluidos y segundo los agentes de Tránsito y Transporte por una contravención al Código de Tránsito por lavado de carros en espacio público.