El dolor de un corazón roto puede alivianarse con una venganza que beneficia a la fauna silvestre y muy original. La idea es del zoológico San Antonio en Texas con su iniciativa “Cry Me a Cockroach” que consiste en bautizar a una cucaracha, roedor o vegetal con el nombre de su expareja. Se podrá hacer hasta el 14 de febrero, Día de San Valentín.
La persona puede donar entre cinco, diez y veinticinco dólares mientras ayuda también a preservar el futuro de la vida silvestre, pagando para que un insecto o verdura con el nombre de su expareja sea masticada por un animal. Se le podría llamar una metamorfosis simbólica.