La invitación incluía escoger un destino entre Cartagena y Santa Marta, este último fue el elegido, y entre las indicaciones estaba probar el auto por los caminos que deseáramos.
En el estacionamiento nos esperaba la cuarta generación del Hyundai Tucson, el NX4 que llega al país en cinco versiones de equipamiento, correspondiéndonos en suerte la Premium, tope de línea del modelo en Colombia.
Con el lápiz del maestro Peter Schreyer, se esculpió un frontal muy diferenciador, coronado por una inmensa persiana paramétrica 3D en plástico negro y un juego de luces triangulares diurnas en concordancia con la parrilla que le dan un toque muy moderno. Lateralmente, se observan unas líneas agresivas, poligonales y bulbosas y en la parte trasera las luces en forma de garras completan el conjunto visual de esta camioneta.
El interior contrasta con el exterior. Para otros mercados el tablero de instrumentos es digital, pero en el que envían a Colombia es análogo. La consola central tiene una pantalla táctil de 10,25 pulgadas y hay controles también digitales para la ventilación, todo dentro de un plástico transparente que lo hace ver algo pasado de moda. El resto de materiales, con diferentes texturas, está muy bien presentado. El volante de cuatro radios, tiene un diseño diferenciado y unas salidas de aire laterales integradas en los bordes de la cabina.
El auto en general es amplio, con espacio para piernas y cabeza, como es típico en los carros coreanos. La capacidad del baúl es de 620 litros.