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¿Qué hacer si es vecino de una construcción?

Existe un conducto regular al que puede recurrir. Hay reglas que las constructoras deben seguir.

  • ilustración sstock
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12 de mayo de 2021
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El sonido de los taladros, volquetas y retroexcavadoras es molesto para las personas que viven aledañas a construcciones. Y es algo que comparten varios: en el Valle de Aburrá se realizan 300 obras al día, de acuerdo con cifras presentadas por Eduardo Loaiza, gerente de Camacol Antioquia.

Si está entre esos vecinos que escucha maquinaria, recuerde que existen mecanismos a los que puede recurrir en caso de que la situación sea muy molesta.

Respetar los horarios

“Una de las quejas más comunes que se escuchan en los edificios es el ruido excesivo que se genera gracias a estas construcciones, especialmente ahora que las personas están pasando tanto tiempo en casa por la pandemia”, explica Fernando Muñoz, administrador de conjuntos residenciales en Medellín. En esto concuerda Martha Lopera, también administradora, y quien señala que es un problema común, pero desde la administración de los edificios no hay cómo sancionar esas acciones porque suceden por fuera de los conjuntos.

Ahora bien, sí existen reglas y horarios que por ley deben respetar las constructoras a la hora de realizar sus obras, y están estipuladas en el Código de la Policía. La ingeniera civil Yamile Hincapié García indica que las jornadas para construir dentro de zonas residenciales son de lunes a viernes entre las 7:00 a.m. y las 6:00 p. m., sábados de 8:00 a. m a 2:00 p. m., y se encuentran prohibidos los domingos y festivos. ¿Le ha tocado que sobrepasan estos horarios? Si es así, es porque solicitaron un permiso especial otorgado por las inspecciones de policía.

Hay que tener en cuenta que con la pandemia esto ha cambiado un poco, precisa Loaiza. “El gobierno lanzó un decreto que permite que en algunos municipios se puedan otorgar permisos generales para trabajar en toda la jornada necesaria, esto como una medida para que existan más turnos de trabajo y se genere más empleo, porque no se estaba trabajando al ritmo de antes. Aunque normalmente, sí se debe pedir un permiso especial por cada obra, especialmente en zonas residenciales”.

De pequeños a grandes

Pero las construcciones no solo ocasionan ruidos excesivos (ver recuadro de cuando no tolera más el ruido). Otras de las molestias que podrían provocar las construcciones son el polvo, la salida y entrada constante de las volquetas.

Hay temas incluso más delicados como la caída de materiales y objetos desde las partes altas, afectando edificaciones aledañas o vehículos. Sin embargo, para evitar esto, quienes construyen deben señalizar los espacios donde realizan sus obras para que las personas no transiten por esas zonas.

Por otro lado, los arreglos pueden ocasionar que “las cimentaciones modifiquen el suelo de las edificaciones vecinas, causando asentamientos y generando fisuras en elementos no estructurales. También daños en las tuberías, pero esto se soluciona de manera fácil”, explica Loaiza.

Para evitar este tipo de inconvenientes, las constructoras deben cumplir con requisitos, uno de ellos es realizar un acta de vecindad. De acuerdo con la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI), “es un documento con el fin de establecer las condiciones físicas originales de cada una de las edificaciones vecinas, como base para determinar las variaciones ambientales, sociales y/o prediales según sea el caso que se den en el tiempo por efectos del proyecto”.

También, las constructoras tienen pólizas que cubren los daños que puedan originarse.

Además, hay temas positivos a tener en cuenta. Más allá de las molestias señaladas, las construcciones tienen otras obligaciones, que pueden ser ventajosas para los lugares. Ejemplo, mejorar el entorno porque siembran algunos árboles, construyen una vía para los carros o caminar, o se mejora el aspecto del sector. Incluso pueden valorizarse las edificaciones aledañas. Sin contar, cuenta Loaiza, que se genera empleo y mueve la economía de la ciudad y del país.

Pero si como ciudadano tiene dudas o le parece que algo no está bien, puede recurrir a diferentes mecanismos para hacer valer sus derechos. La recomendación, eso sí, empieza en el diálogo

300
obras al día se realizan en el Valle de Aburrá: Eduardo Loaiza, gte de Camacol.
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