Sammy Basso, un italiano enfermo de progeria o síndrome de Hutchinson-Gilford, la enfermedad del envejecimiento prematuro, murió a los 28 años, lamentaron el domingo numerosas figuras públicas, que celebraron la valentía con la que enfrentó la enfermedad.
Según los medios de comunicación italianos, Basso era la persona del mundo de mayor edad con esta enfermedad, cuya esperanza de vida al nacer es de unos 13 años.
Basso falleció el sábado por la noche, después de un malestar, cuando cenaba con amigos en un restaurante, según los medios.
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“Sammy Basso fue un ejemplo extraordinario de valentía, de fe y de espíritu positivo. Afrontó cada desafío con una sonrisa, demostrando que la fuerza del alma puede superar todos los obstáculos (...) Sammy nos mostró a todos lo que significa vivir con pasión y determinación, sin perder nunca la alegría y las ganas de luchar”, escribió en X la jefa del gobierno italiano, Giorgia Meloni.
“Su compromiso con la investigación sobre la progeria y su capacidad para inspirar a otros seguirán siendo para siempre un ejemplo a seguir”, agregó.