Estos son los riesgos de cambiarle el nombre a una marca

Google creó el holding Alphabet en 2015 y Snapchat ahora se llama Snap Inc. Facebook estaría planeando hacer lo mismo.

El cambio de marca tienen implicaciones tanto positivas como negativas. FOTO Sstock

La historia de Facebook podría tener un giro en los próximos días. El medio estadounidense The Verge reveló esta semana que la compañía de Mark Zuckerberg estaría planeando cambiar el nombre de la marca para comenzar una nueva etapa: apostarle al metaverso, el que es considerado el negocio del futuro.

En el artículo se dice que el anuncio oficial sería el jueves 28 de octubre durante la conferencia anual de la compañía, Connect, y que un posible nombre tendría relación con Horizon, la versión de realidad aumentada de la red social. El cambio de marca posicionaría a Facebook dentro del propio grupo en el que se engloban otras redes que le pertenecen, se convertiría en una sombrilla que integraría a Instagram, WhatsApp y Oculus. A esto se le conoce como holding (sociedad).

¿Por qué lo hacen?

Ante este panorama surgen interrogantes: ¿modificar el nombre de una marca que fue construida desde hace 17 años qué implicaciones tiene? ¿Por qué una compañía toma este tipo de decisiones? ¿Qué retos le esperan?

Facebook no es la primera empresa de tecnología en dar este salto (si es que lo da). Ya lo hicieron Google en 2015 y Snapchat un año después. Ambas lo hicieron sobre un terreno construido. “Estas empresas tienen productos y soluciones con marcas tan bien posicionadas que no se ven afectadas si el paraguas cambia de nombre”, dice Ariana Fernández, gerente regional de Marketing y Comunicaciones en Neoris.

Agrega que en general estas decisiones tienen que ver con mantener la claridad en los negocios para efectos de los inversionistas, es decir, de esta manera pueden mantener, por ejemplo, las divisiones que no tienen que ver con el entretenimiento separadas de las plataformas sociales y experimentos que involucren un alto nivel de riesgo financiero.

Estos cambios tienen implicaciones tanto positivas como negativas, dice Fernández. Por un lado demuestra que la empresa atiende las necesidades de su público y es una oportunidad para incorporar políticas de sustentabilidad, diversidad y seguridad de datos personales. ¿Y el punto negativo? Si no hay una estrategia bien analizada, el público puede ver que este proceso de modificación es forzado y por lo tanto la compañía perdería credibilidad.

Es claro que los cambios, sobre todo en el mundo empresarial, son para mejor, no para perder la reputación. Por lo que la experta dice: “Las marcas deben mostrar que han evolucionado y escuchan a su entorno, y acompañarlo de una campaña de comunicación efectiva que explique por qué y para qué hacen este cambio para que el público lo entienda, lo asuma”.

Hay quienes dicen que Facebook podría estar pensando en el cambio del nombre por los recientes escándalos (prácticas poco éticas e interrupción mundial de sus servicios), una idea que se puede ver, según Fernández, como una oportunidad: reinventarse y hacer un trabajo de rebranding (rediseño), acompañado de mejoras en las funcionalidades y la seguridad.