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“El tránsito es personal, cada una sabe qué quiere y la hace feliz”: Perla

Experiencias de vida como la de Perla Xscándalo se darán a conocer en las jornadas de sexualidad diversa en Eafit.

  • La venezolana Perla Xscándalo vive hace 3 años en Medellín, ciudad donde ha comenzado a dar sus primeros pasos como activista de la población trans. FOTO Esneyder Gutiérrez
    La venezolana Perla Xscándalo vive hace 3 años en Medellín, ciudad donde ha comenzado a dar sus primeros pasos como activista de la población trans. FOTO Esneyder Gutiérrez
  • Perla, mujer trans de 24 años. FOTO Esneyder Gutiérrez
    Perla, mujer trans de 24 años. FOTO Esneyder Gutiérrez
19 de octubre de 2022
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El año pasado, el 13 de octubre, Perla Xscándalo se dio de regalo de cumpleaños número 23 el inicio de su tránsito social. Algunos de los ahorros que tenía los invirtió en unas tabletas de hormonas para encontrarse con ella misma y, como dice, luchar contra el mundo.

“Este año lo he vivido como si fueran diez. En la Red Popular Trans he tenido un muy buen recibimiento y en un supermercado donde trabajé las clientas me comenzaron a llamar Perla, eso fue muy bonito, pero en mi proceso de tránsito he aprendido a desvincularme de ciertos estereotipos hacia lo que es una mujer”, dijo Perla, quien participará en las jornadas de sexualidad diversa en Eafit desde hoy y hasta el próximo viernes (Ver Para saber más).

Después de cuestionarse mucho entendió que la decisión la tomó por ella y no por el que dirán, el cómo la ven los demás: usa poco maquillaje, tiene rastros de bello en los brazos, lleva las uñas cortas, el cabello crespo. “Siempre he dicho que el tránsito tiene que ser de adentro hacia afuera, en los primeros meses me enojaba mucho porque físicamente no me encontraba en el espejo, ahora sí me veo el pelo más largo y eso, pero no me dejo llevar por la corriente ni es mi ideal”.

Sus referentes para su tránsito y la formación de su identidad de género, dijo, son las mujeres de su familia con las que creció en Isla de Margarita, Venezuela: mujeres fuertes, trabajadoras. Su mamá, Lizeth Guerra, por ejemplo, fue madre soltera desde los 18 años y la sacó adelante a ella y a sus hermanos a punta de venta de helados en la calle. Es su más grande inspiración.

“Todos los seres humanos somos una mezcla de ambas partes, en mi cabeza no entra poner las experiencias de vidas humanas y añadirles algunas cosas por temas de genitales. El tránsito es personal, cada una sabe qué quiere y la hace feliz, yo cuando tenga plata me hago el láser, un poquito de aumento de senos, pero por encima de todo tiene que estar mi comodidad”.

Contó que el ritmo de su vida es una mezcolanza de ruidos que pasan por Lady Gaga, Radamel 666 (banda de punk bogotana), Arca (artista trans venezolana), Debby Boone y Simone Simons. Sus días son bastante agitados. “Soy muy exagerada, extravagante y exuberante, muy yo. Cuando llego a un sitio la gente sabe que llegó Perla”, y soltó una risotada tan fuerte que interrumpió la calma del Parque del Ajedrez.

Perla, mujer trans de 24 años. FOTO Esneyder Gutiérrez
Perla, mujer trans de 24 años. FOTO Esneyder Gutiérrez

Por los derechos

El 11 de julio su potente voz se escuchó en el Concejo de Medellín cuando se aprobó el Proyecto de Acuerdo 087 que dio vía libre a las becas de educación superior para personas trans de la ciudad, una iniciativa que impulsaron varios colectivos, entre ellos la Red Popular Trans a la que pertenece Perla. “Queremos vivir y que la sociedad nos brinde las herramientas para vivir de manera segura y sin miedo”, dijo en su discurso.

Perla está acostumbrada a trabajar desde joven: le ayudaba a la abuela en una tienda, fue mesera en una pizzería de una tía y fue la coordinadora del movimiento de recreadores del municipio donde vivió hasta hace tres años, antes de llegar a Medellín. Estudió una técnica en Construcción Civil y cursó tres semestres de Ingeniería Civil. Sin embargo, por estos días está desempleada porque desde hace nueves meses está esperando que Migración le entregue el PPT, un documento de identificación para los migrantes venezolanos.

En Wattpad escribe poemas cuando está enamorada o despechada, allí guarda un par de canciones que compuso. Para esta edición del concurso Medellín en 100 Palabras envió tres cuentos y uno está inspirado en “las compas” trabajadoras sexuales: “Yo las romantizo mucho, así como las ninfas cuidan bosques en la mitología griega, ellas cuidan la esquina donde están paradas, son la primera línea de la población que recibe todos los batacazos, los policías, el frío, el olvido de las EPS”.

Para ella, “las familias siempre se han encargado de negarnos una parte de nosotros y mandarla al lado oscuro de la Luna y tenerla ahí hasta que llega un momento de la vida que sale y uno se encuentra con sí misma nuevamente”. Y ese clic, ese chispazo, lo sintió después de horas frente al espejo cuestionando qué era lo que quería ser.

El empleo que busca está a un clic

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