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El aislamiento social es la medida más importante para evitar que la Covid-19 se propague. Las investigaciones han dejado claro que el riesgo de infección y la mortalidad en los niños es mucho menor que en adultos.
La cuestión es que el intercambio con el mundo real, la socialización y el contacto son fundamentales para la configuración del yo del pequeño, el desarrollo de habilidades sociales y su buen desarrollo físico y mental. Así que si en el núcleo familiar no hay personas de alto riesgo, se debería fomentar una interacción social controlada, donde se eviten las aglomeraciones y se mantengan todas las precauciones de seguridad básicas.
Según los psicólogos Piedad Garizábal Carmona y Julián Velásquez Moreno algunas estrategias para fomentar una interacción positiva y un contacto seguro en los niños son:
Con abuelos, tíos, primos, familia, así sea a través de medios virtuales.
Implica mirarlos a los ojos, escucharlos atentamente y sin distracciones, compartir tiempo juntos sin interrupciones (del celular, la tv) y “conectar” con ellos.
“Entiendo que estés triste porque no puedas ver a tus amigos. ¿Quieres tener una videollamada con ellos?”. Acérquese desde la curiosidad y la empatía, no desde la cantaleta.
Los vecinos, los transeúntes, no son enemigos. Las relaciones interpersonales no son la amenaza, sino, la cercanía física sin asumir las precauciones necesarias.
Déjelos salir a la calle para que recuerden cómo es la relación con el mundo y con los otros.
Deles indicaciones claras, sencillas y precisas: “si vas a hablar con alguien, ponte el tapabocas para protegerte a ti y proteger a los demás”.
Impúlselos a tener confianza a descubrir lo valioso y rescatable de cada día. Por difícil que sea la situación que esté viviendo y por extraño que le parezca en el momento, es un ejercicio consciente que beneficia a toda la familia.
Establezca acuerdos con amigos, vecinos o padres de los amigos de sus hijos (que sean igual de responsables con la seguridad y cuidado) para que ellos pasen tiempo de juego o reciban clases juntos, de forma que puedan compartir con alguien de su propia edad y su círculo de interacción se amplíe y se enriquezca.
Sea consciente de cómo expresa sus propios sentimientos y de sus reacciones, porque este es el modelo que le está brindando a sus hijos. Si tiene pánico frente al Covid-19, ellos sentirán ese mismo terror. Si estalla frente al primer inconveniente, ellos serán igual de reactivos. Enséñeles y dé el ejemplo de cómo manejar positivamente la frustración, la decepción, el miedo y cómo enfrentar conflictos.
El confinamiento hizo que afrontar los problemas “internos” se volviera ineludible y de cómo se haga depende también la salud mental y emocional de los pequeños y el desarrollo de sus habilidades para afrontar situaciones .