Por estos días Blake Lively está bajo el escrutinio público de la audiencia de las redes sociales, quitándole protagonismo a su esposo, Ryan Reynolds. Y todo porque el drama detrás de cámaras de la película “It Ends With Us” ha captado la atención de los medios y fanáticos, con especulaciones de la prensa y de los internautas de un conflicto entre los coprotagonistas Justin Baldoni, también director, y Blake Lively, además productora.
De acuerdo con fuentes de producción consultadas por el medio estadounidense TMZ, Baldoni, quien dirigió y coprotagonizó el drama, es visto de manera positiva, por una parte, considerable del equipo. A pesar de los rumores de que el elenco y el equipo se alinearon en apoyo a Lively debido a diferencias creativas, algunas personas que trabajaron en la película han manifestado su apoyo hacia Baldoni, destacando su actitud profesional y su dedicación al proyecto.
La película es la adaptación del libro de Colleen Hoover, bestseller del New York Times. La novela sigue la historia de Lily Bloom, una mujer de 23 años que se vio obligada a superar obstáculos desde su infancia que incluyeron el abuso físico diario que presenció entre sus padres, patrones que se repiten más adelante en su propia vida.
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Las redes sociales y hasta asociaciones de víctima están cuestionando a la actriz de Gossip Girl por la manera en la que la película está siendo promocionada, con ella en el centro de una polémica gira de prensa y alfombras. El mensaje de Lively es el de una película ligera, para distraerse, como ella misma lo dijo en una entrevista cuando le preguntaron cómo logró que su mejor amiga Taylor Swift accediera a prestar una de sus canciones para el film: “es una película de verano”.
La película se estrenó el fin de semana pasado y le ha ido bien en taquilla, recogió cerca de 50 millones. Muchos creen que parte del éxito es porque Blake ha evitado hablar en las entrevistas de la violencia doméstica, y, en cambio, ha promocionado la película como una comedia romántica. Con esa expectativa, miles de sus seguidoras, principalmente, han ido al cine. Blake, de hecho, acudió a la premier con su esposo Ryan Reynolds y Hugh Jackman, quienes acaban de estrenar Deadpool 3, en la que ella hace un cameo. Posó con ambos para la cámara, pero en ninguna parte apareció su coprotagonista y director de It End With Us, Justin Baldoni.
Los conocedores del libro tienen otra idea de cómo debió proyectarse la historia, no solo en la película, sino en la gira de medios que el equipo de actores ha estado haciendo, y cuestiona que el marketing esté enfocado en metáforas superficiales como el uso de las flores en el vestuario de Blake y su nueva línea de productos para el cabello, que coincidencialmente fue lanzada la semana pasada.
Cuando le preguntaron en una entrevista qué haría si se encontrara con una persona que se relacione de forma personal con este tema de la película, ya sea porque es víctima de violencia doméstica o tiene familiares que lo han sido, ella respondió: les recomendaría que pidan mi dirección o número de teléfono o su ubicación en tiempo real, mostrando una evidente desconexión con el tema.
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El conflicto con Justin Baldoni
El conflicto, que ha sido reportado como una lucha significativa entre Lively y Baldoni, parece ser en realidad una disputa de intereses creativos más compleja. Según las fuentes, aunque Lively contrató a su propio editor y solicitó a su esposo, Ryan Reynolds, que realizara reescrituras de última hora del guion, estas acciones no necesariamente reflejan un antagonismo directo hacia Baldoni.
Se ha informado que Lively, quien también fue productora de la película, estaba ansiosa por contribuir creativamente al proyecto, lo que llevó a tensiones en el set. Las discrepancias creativas fueron evidentes durante la filmación, como se observó en una conversación animada entre los protagonistas que fue capturada por transeúntes. Sin embargo, fuentes cercanas al rodaje han señalado que la disputa ha sido exagerada y que, de hecho, el conflicto fue manejado de manera profesional.
Curiosamente, algunos miembros del equipo han sugerido que la publicidad negativa podría estar siendo utilizada estratégicamente para atraer atención al proyecto, comparando la situación con el drama en torno a la película “Don’t Worry Darling” y sus estrellas Florence Pugh y Harry Styles, que resultó en una recaudación cercana a los 90 millones de dólares en taquilla.
En cuanto al futuro de la franquicia, Lively ha propuesto que ella misma dirija la secuela, mostrando un deseo de superar el drama y continuar con el proyecto. Hasta el momento, tanto los representantes de Baldoni como los de Lively no han respondido a las solicitudes de comentarios sobre la situación.
Sin embargo, no han faltado las voces críticas contra Lively, que la señalan de estar más interesada en promocionarse a sí misma, hablando más en las entrevistas promocionales de su caballo y de su nueva línea de pelo que del mensaje del libro adaptado en el filme: la violencia contra la mujer.
La actitud de Lively ha sido catalogada por sus críticos como la de la típica “mean girl”, es decir, de la mujer que solo le interesa su mundo inmediato y no conecta con las realidades de otras personas.
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