¿Siente que cuando lee las especificaciones que tiene un teléfono inteligente le hablan en otro idioma? Si su respuesta es sí, sobre todo cuando llega al aparte del tipo de procesador que tienen y encuentra las palabras: A12 Bionic, Snapdragon 845, Kirin 980, Exynos 9810, lo entendemos.
Un smartphone no podría funcionar sin este componente, sin embargo, muchas personas, y eso no está mal, parecen darle más relevancia a otras características del equipo como la pantalla o la cámara, desconociendo que ese “cerebro” es quizá más importante que el resto de cualidades porque, de hecho, hasta logran que a través del lente se tomen mejores fotografías.
Según Sergio Pulgarín, ingeniero electrónico, puede decirse que los procesadores de los teléfonos inteligentes no son muy distintos a los de los computadores, pero para que esos delgados y pequeños cuerpos quepan en un celular, están optimizados en tamaño y también en consumo de energía. “Los programas y/o aplicaciones en esencia son un conjunto de instrucciones que el procesador ejecuta”, es decir, sin ese componente una aplicación no podría funcionar, o como pasa por estos días: con un excelente procesador, una app, como las de Realidad Aumentada (AR) opera de una mejor manera.
Cada empresa tecnológica decide qué procesador usa en sus celulares; algunas los fabrican, por ejemplo: Apple hace su A12 Bionic, Huawei desarrolló el Kirin 980, Samsung el Exynos y la compañía Qualcomm hizo el Snapdragon 845, que lo usan diferentes teléfonos Android, como el más reciente Asus.
A diferencia de hace dos años, estos pequeños elementos ahora incluyen “motores” de Inteligencia Artificial, el Snapdragon 845, por ejemplo, tiene el Inteligencia Artificial de Qualcomm (AIE) , que consigue que el equipo sea más inteligente y pueda, por ejemplo, al abrir la cámara, identificar si lo que se está enfocando es un paisaje o un plato de comida, y de esa manera ajustar la toma para que el resultado sea más bueno.
Pero esa es solo una de las funciones que permite un procesador con esas cualidades. Sobre su reciente A12 Bionic, presente en los nuevos iPhones, Apple dijo que era “capaz de procesar cinco billones de operaciones por segundo”, y eso es gracias a su Neural Engine, que es un elemento del chip, como ellos lo llaman, en vez de procesador.