Hay departamentos y municipios en Colombia que son fallidos, por debilidades económicas o por la incidencia de la corrupción. El país está en mora de una reforma constitucional para que, si la Procuraduría, la Contraloría y la Fiscalía coinciden en que un departamento es fallido o inviable, se pueda sacar al gobernante, intervenir y nombrar a un encargado. Así no podemos seguir.
Dejé blindados los procesos de contratación y solicité a la Procuraduría, la Contraloría y la Fiscalía que acompañen a La Guajira durante un año, con su nuevo gobernador. Mañana (hoy) se firma un documento de compromiso con la Secretaría de Transparencia de la Presidencia de la República. Pero si no hay seguimiento eso se puede quedar en cantos a la bandera. Se requiere que quien llegue sepa que lo estarán vigilando.
Esto pasa en La Guajira, pero también en otros departamentos. Por eso planteo un mecanismo eficaz de control e intervención. Me queda la preocupación por lo que pueda venir y por eso lo mejor es el seguimiento. Además, porque es un Departamento dependiente de las regalías. Gasta lo que no tiene. Sus ingresos directos anuales son apenas de 30 mil millones de pesos. Y llegaron entre 100 y 120 mil migrantes de Venezuela.
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