<img height="1" width="1" style="display:none" src="https://www.facebook.com/tr?id=378526515676058&amp;ev=PageView&amp;noscript=1">
x
language COL arrow_drop_down

¿Qué es una pensión?

El problema central es que la población de Colombia está envejeciendo aceleradamente, por lo que cada vez habrá menos cotizantes y más pensionados a quienes se les adeude una mesada.

29 de noviembre de 2022
bookmark

Ya se anunció que el año entrante la prioridad del Gobierno de Gustavo Petro es sacar adelante en el Congreso, las reformas sociales a saber: la de salud, la pensional y la laboral. Y como el año entrante es ya, vale la pena entender de qué estamos hablando y por qué es un tema que repercute en toda la sociedad.

Solo uno de cada cuatro colombianos en edad de jubilación logra acceder a una mesada pensional. Repitámoslo: solo uno de cada cuatro colombianos logra pensionarse.

Si no se parte de este hecho, cualquier discusión respecto a una reforma a las pensiones es inane. Colombia tiene un problema fundamental: sus ciudadanos no logran pensionarse. ¿Tiene algún sentido defender que nuestro régimen pensional permanezca exactamente igual?

Entre las discusiones de cuál régimen de pensiones es mejor, se esconde el problema de la informalidad laboral, una métrica en la que los colombianos somos auténticos líderes, y que, si no resolvemos, jamás podremos tener un sistema de seguridad social sostenible que logre aumentar la cobertura pensional. Según el último Informe Nacional de Competitividad, en 2021 el 61,5 % de la población ocupada no cotizó para seguridad social. Un problema estructural.

Por esto no tiene sentido que la discusión de una reforma pensional sea ajena a tratar el tema de una reforma laboral que ataque de una vez por todas las trabas que existen en Colombia para incentivar la creación de empleos formales en nuestra economía. La mayoría del empleo en nuestro país se encuentra en micro, pequeñas y medianas empresas, y de acuerdo con ese mismo Informe Nacional de Competitividad, apenas el 15% de los trabajadores de microempresas se encuentra en la formalidad.

Sin embargo, además de este fracaso en cobertura relacionado con nuestras realidades de formalidad, nuestros dos sistemas pensionales, que compiten entre sí, están muy lejanos a ser perfectos.

Por un lado está el régimen de reparto de Colpensiones, cuya viabilidad en el largo plazo es totalmente insostenible en su estructura actual a causa de las realidades demográficas del país. En el régimen de Colpensiones, los cotizantes de hoy pagan su contribución hacia una “bolsa común” para, luego, repartir ese dinero a los pensionados de hoy.

El problema es que la población de Colombia está envejeciendo aceleradamente, por lo que cada vez habrá menos cotizantes y más pensionados a quienes se les adeude una mesada. Hoy en día, el déficit anual de Colpensiones es de 14 billones, un número de magnitud similar al recaudo de la recién aprobada reforma tributaria, y un número que tenderá a aumentar a medida que la población siga envejeciendo. Un régimen totalmente insostenible y, además, sumamente regresivo: gran parte de ese déficit, sacado del bolsillo del Estado, se va para financiar las pensiones de los más adinerados.

Por el otro lado, está el sistema Rais o de capitalización, que se encuentra enfrentado a grandes retos en otros países que lo habían adoptado como Perú, Chile y México. A diferencia del régimen de Colpensiones, en el sistema de capitalización las cotizaciones van a una bolsa individual que, luego de años de contribuciones y rendimiento, producto de la administración de las Afps invirtiendo los ahorros en el mercado de capitales, se le devuelve al final a la misma persona que realizó sus contribuciones. En este régimen existe ahorro, en el de Colpensiones no. La reforma que vuelve a ventilar el gobierno de Gustavo Petro busca unificar estos dos regímenes. En el panorama actual, la mayoría de pensionados está en Colpensiones (es el régimen más antiguo), mientras que la mayoría de cotizantes está en las Afps del sistema de capitalización. El gobierno alega que Colpensiones no tiene suficientes cotizantes, que si se unificaran los regímenes, no habría déficit, por lo que propone que todos los ciudadanos aporten hasta un monto – por ahora se ha propuesto 4 salarios mínimos - al régimen de Colpensiones y, de ahí en adelante, al régimen de capitalización.

El Gobierno sostiene que así se eliminaría el déficit que hoy en día cubre el Estado, por lo cual esto sería un presupuesto que podría utilizarse de otra forma. Se habla de un bono pensional de unos 500 mil pesos para los ciudadanos en edad de jubilación que no tienen acceso a pensión, intentando así atacar los problemas a los que se enfrenta gran parte de la vejez en nuestro país.

El régimen de capitalización y las Afps parecen el mejor sistema para el largo plazo, eliminarlos podría tener impactos fuertísimos en la capacidad de ahorro del país y en nuestros mercados capitales, pero estos argumentos pueden parecer débiles cuando, en la contraparte, se plantea una reforma que busca subsidiar a los más vulnerables.

¿Qué es una pensión? ¿Es un derecho para dar dignidad a la vejez? ¿O es una remuneración que se gana por haber trabajado toda la vida? La discusión no es nada más técnica, es también filosófica: se trata de entender lo que debe ser una pensión y cuál debería ser el rol del Estado para garantizarla o no. El debate apenas empieza

El empleo que busca está a un clic

Te puede interesar

Las más leídas

Te recomendamos

Utilidad para la vida

Regístrate al newsletter

PROCESANDO TU SOLICITUD