Son comunes las quejas acerca de la dificultad de hacer empresa en Colombia. Para poner en contexto esa afirmación, es conveniente apoyarse en estadísticas y, sobre todo, hacer comparaciones regionales y mundiales sobre la situación real del país. Un informe del Banco Mundial (“Doing Business 2018”), permite resolver ese interrogante, pues su objetivo es, precisamente, proveer información sobre la regulación que puede estar afectando la creación de empresas o su operación.
La investigación se hace desde 2003 y, actualmente, interroga a pequeñas y medianas empresas en 190 países sobre esas condiciones, con una muestra que se ha venido ampliando. Con las respuestas de las empresas encuestadas se construyen 11 indicadores. De estos, 8 se concentran en medir la eficiencia (definida como el tiempo necesario para el funcionamiento de un nuevo negocio y/o para conectarlo a los servicios públicos). Los tres restantes miden la calidad de la regulación. Finalmente, con el promedio de los indicadores se construye el índice de hacer negocios (DBI, por sus siglas en inglés), que permite ordenar los países de mayor a menor de acuerdo con las facilidades que brindan para crear empresas.
El grupo de países que se encuentra en lo más alto de la lista es el de la OECD (países desarrollados) y es, por ende, donde hay mejores condiciones para crear y mantener empresas. El primer país en la lista es Nueva Zelanda, seguida de Singapur y Dinamarca. México es el primer país latinoamericano en la tabla (puesto 49), le siguen Chile (55), Perú (58) y Colombia (59). Significa que estamos por encima del 69,1% de países. El puntaje de nuestro país es exactamente el promedio de América Latina y el Caribe. Aunque para Colombia ha habido una caída desde la medición de 2016 (54), a la de hoy.
De los resultados se puede inferir que en el país es relativamente fácil abrir un negocio, darle electricidad e incluso conseguir un crédito. Sin embargo, si Colombia quiere facilitar la creación de empresas debe superar varios puntos débiles. Dentro de los indicadores los peores resultados se encuentran en la obtención de las licencias de construcción (sobre todo el costo), el pago de impuestos (frecuencia de pagos y dedicación en contabilidad) y en los requerimientos para el comercio transfronterizo (trabas a las importaciones y exportaciones). El indicador más pobre es el de cumplimiento de contratos, afectado por el alto costo de las demandas y el tiempo que se les debe dedicar para sacarlas adelante.
Al final, Colombia no está tan mal si se la mira dentro de la región, pero debe mejorar mucho en sus aspectos regulatorios para poder crear más empresas y desarrollar su economía. Faltaría agregar algo a esta ecuación, y es la necesidad de educar para crear empresa, fortalecer el espíritu emprendedor en las universidades e institutos tecnológicos. Lo más importante de todo es que estos esfuerzos se verían reflejados en una mayor generación de empleo en actividades productivas. También contribuirían en la reducción de la pobreza, porque muchos de los factores que la explican están relacionados con medidas que propone el estudio del Banco Mundial, como la calidad de la gobernanza y los derechos de propiedad, elementos en los que el país puede mejorar. Se requiere una política de Estado que perpetúe los esfuerzos en esa dirección.