Apoyar el turismo

La actividad turística se derrumbó con la declaratoria en marzo de la emergencia en todo el territorio nacional. La estricta cuarentena fue fatal para una actividad que se nutre de los viajeros.

15 de noviembre de 2020

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El turismo, una actividad muy dinámica y promisoria, ha sido muy golpeada por la pandemia. En efecto, hasta la llegada del virus la actividad turística estaba en auge y apuntalaba el crecimiento de muchos países. En el año 2019, aportaba 330 millones de empleos en todo el mundo y, en los últimos cinco años, uno de cada cuatro nuevos empleos se generaba en el sector. Se estima que se perdieron 12 millones de empleos con la pandemia.

Crecían los turistas internacionales, con 1500 millones en 2019 , 4 % más que en 2018, y también el turismo interno. De hecho, la mayor parte del gasto mundial en turismo era generado por los viajes nacionales, que representaban el 71,3 % del total (WITC, 2020, Global economic impact & trends)

Colombia hacía parte de esa ola, el sector se expandía sostenidamente y estaba contribuyendo a la expansión de la economía. En 2019, el turismo tuvo un crecimiento de 4,2 % en relación con el año anterior y aportó, según el Dane, un 2,2 % al PIB del país. Además, en turismo trabajaban cerca de 1,9 millones de personas que representaban el 9 % del total de empleo del país.

En Colombia, la actividad turística se derrumbó con la declaratoria en marzo de la emergencia en todo el territorio nacional, y las restricciones de movilidad e ingreso al país implementadas para mitigar el contagio del virus. La estricta cuarentena fue fatal para una actividad que se nutre de los viajeros extranjeros y nacionales.

En esas condiciones se desplomaron el transporte aéreo de pasajeros, los visitantes no residentes, los ingresos a los parques nacionales naturales, los pasajeros de los cruceros internacionales, los ingresos de divisas por turismo, la ocupación hotelera y los ingresos de las agencias. Con el deterioro de los ingresos de las actividades que conforman el turismo, no solo se destruyó parte del tejido empresarial sectorial, sino también el empleo. En marzo se estimó que un 78 % de los empleos permanentes del sector se encontraban en riesgo.

Medellín, que se había convertido a lo largo de los años en uno de los destinos turísticos más apreciados por los viajeros nacionales e internacionales sufrió plenamente el impacto de la crisis. El renglón que generaba a comienzos del año 50 mil empleos formales en la región, tiene hoy 18 mil quinientos empleos menos. Al turismo local le ha dado muy duro le disminución de seminarios y conferencias por la pandemia, ya que los asistentes a esos eventos representaban un 30 % de los visitantes a la ciudad.

Las cosas están mejorando muy lentamente a medida que las economías se abren, incluida la colombiana. Sin embargo, la pandemia continúa haciendo estragos en todo el mundo y el flujo de viajeros internacionales no se ha podido normalizar. En Colombia, el turismo nacional se está reactivando, pero todavía hay temor de viajar por el riesgo de contagio y no se vislumbra la posibilidad de que se reaviven eventos que agrupan a cientos de personas.

Indispensable dar apoyo al sector, por las posibilidades que tiene en Colombia y el daño que ha sufrido. Son claves las iniciativas de los gobiernos locales que ya se están viendo y las nacionales lideradas por el Ministerio de Comercio, Industria y Turismo. Fundamental la Ley de Turismo, en este momento en manos del Senado y la Cámara, que permitirá fortalecer la formalización y competitividad sectorial, y que el turismo se recupere.