Este fenómeno de los ríos está regido por el narcotráfico, que tiene en el sur su propio “río Magdalena”, que es el río Putumayo que, en conjunto con el San Miguel, les permite a los grupos ilegales moverse en cuatro países: Brasil, Ecuador, Perú y Colombia. Ese río, en donde hace frontera, limita las operaciones de la Armada Nacional debido a que las bandas cuando se ven detectadas pasan al otro lado y hasta ahí llegan la operatividad y el entusiasmo de nuestras tropas.
Además, aunque hay equipos, no son los suficientes. Se dispone de pirañas (asalto), buques nodriza (patrullaje y respuesta) e incluso de algunos hovercrafts (aerodeslizadores), pero son zonas selváticas complejas de innumerables ríos, caños, ciénagas y zonas inundadas. Las mafias se mueven de noche y a veces con apoyo de vigías civiles controlados con dinero o con fuerza.
Vietnam es un ejemplo de que aun Estados Unidos, con gran tecnología y poderío para la época, no pudo controlar ni ganar en ese terreno a las guerrillas del Viet Cong. Ocurre en los ríos Arauca, Oro y Catatumbo. Con la ventaja del paso al territorio de otro Estado.
El nuevo Mindefensa debe reducir la burocracia militar que creció en el gobierno Santos y que limita y retrasa las decisiones y operativos. El narcotráfico, en contraste, actúa rápido, con plata o con plomo. Igual, hay que prestar mayor atención al fenómeno de las disidencias, que se combate con recursos limitados y con desmotivación por polémicas como la del reciente bombardeo en Caquetá.
